El Señor Jesús se entregó en la cruz por amor a la humanidad. Él se hizo perfecto sacrificio para Dios, para que todos los que crean en Él sean salvos. Pero, la misión del cristiano continua. Jesús fue el ejemplo, y sus seguidores deben hacer lo que Él hizo, para alcanzar el Reino de Dios.
Sepa cuál fue la primer frase dicha por Él haciendo clic aquí. A continuación, registrada en el libro de Lucas, la segunda frase dicha por Jesús.
” De cierto te digo que hoy estarás Conmigo en el paraíso.” (Lucas 23:43)
Mientras casi todos humillaban a Jesús y se burlaban de Su muerta en la cruz, otro hombre que había sido crucificado con Él lo defendió de las palabras ofensivas del público, de los soldados y hasta de un criminal más, que también estaba crucificado en el lugar: “¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas Éste ningún mal hizo.” Y, mirando al Señor dijo: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.” (Lucas 23:40-42)
Allí, uno de los criminales se arrepintió de sus actos y se entregó a Dios. Como respuesta, Jesús lo aceptó en el paraíso. El obispo Júlio Freitas explica que, por su condición, el ladrón no tenía tiempo de bautizarse en las aguas, por eso, el Señor lo perdonó en ese momento.
“Así también sucede con la persona que se arrepiente de sus pecados y está dispuesta a morir para el mundo y para su “yo” “explica él. “En el bautismo en las aguas, en aquel instante, ella tiene su Salvación, con un diferencia: por el hecho de continuar viviendo en este mundo, estará sujeta al pecado y, para mantener su Salvación, debe cada día, sacrificar su carne y su espíritu”.
Jesús se sacrificó espiritualmente durante toda su vida y materialmente en la cruz. El hombre debe hacer lo mismo. Al bautizarse, él renuncia a lo que es y acepta una nueva vida, en Dios. Pero no termina ahí. Él se debe entregar todos los días, como Jesús enseñó: “Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” (Lucas 9:23)
Recordando que tomar la cruz no significa aceptar una vida de fracasos y sufrimientos, sino estar consciente de que será necesario sacrificar sus sentimientos en función del amor que tiene por el Señor Jesús. Porque, para amar a quien no se ve, hay que manifestar la fe. Es exactamente eso lo que Dios espera de cada uno. Que amemos a Dios con todas las fuerzas, de todo el entendimiento, más que todo en este mundo. Eso es sacrificio. “Amar a Jesús es renunciar a la propia vida por Él. Usted deja de darle lugar a sus instintos carnales, tales como mentir, robar, adulterar, entre otros. Deja de vivir en la injusticia para vivir en la justicia. Eso significa amar a Dios, tomar Su cruz y seguirlo”, explica el obispo Edir Macedo.
Siga el Portal Universal.org.ar y sepa, en breve, cuáles fueron las otras cinco frases dichas por el Señor en la cruz.
[related-content]