El programador Markus Persson, de Suecia, es billonario y tiene 36 años. El creador del juego Minecraft, (foto de abajo) descargado y jugado por más de 100 millones de personas alrededor del mundo, fue tapa de la revista Forbes, que muestra a los más ricos del mundo. Solo que él dice algo interesante: la fortuna es la responsable por su infelicidad. ¿Realmente será el motivo?
Persson no es capaz de saber quién es su verdadero amigo y quien está con él tan solo por interés. Su matrimonio duró menos de un año y él no mantiene contacto con su propia hija. Gasta millones en fiestas a lo grande, pero considera todo aburrido. Es el estereotipo del “pobre joven rico”, que culpa al dinero por eso.
El empresario sueco pudo haber alcanzado el éxito financiero anhelado por la mayoría de los mortales solo que no sabe lidiar con sus consecuencias. Creó un producto de calidad y popular, priorizó los lucros. Los otros aspectos de su vida, tan o más importantes que el profesional, son un “cero a la izquierda”. ¿La culpa de la infelicidad es el dinero en sí o del hecho de que no lo haya usado con inteligencia? ¿Qué le impide a Persson alcanzar el equilibrio entre el dinero, el trabajo, la salud, el amor, la familia, el intelecto, el descanso y la vida espiritual?
¿La “vida espiritual” allí arriba le llamó la atención? No fue en vano. Parece ser exactamente lo que Persson, que fue tan inteligente para crear un producto tan preciado y lucrativo, dejó de lado. Y, por lo tanto, invalidó todos los otros aspectos de su vida.
Un hombre muy poderoso dio un consejo del camino a seguir: ” Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” (Mateo 6:33) No es un “cuento de creyente” ni es un discurso de autoayuda.
Lo que sí es, el consejo del primer paso para quien quiere una vida fructífera. La vida, solo será así, si fuera conducida de un modo inteligente. Es cuestión de usar la razón.
En tiempo :El “Reino de Dios” no es un lugar. La palabra usada para el “reino” en la Septuaginta – la traducción de la Biblia del hebraico al griego – no significa lugar o territorio. Significa “gobierno”.
Entonces, el Mesías se refería al gobierno espiritual Divino en la vida de todos. Si nos detenemos a pensar, veremos que es una cuestión simple de causa y efecto. Si usted actúa de acuerdo con la palabra de Dios, confía en Él y en lo que enseñó para dirigir su vida, hay una respuesta positiva.
Volviendo a Markus Persson, ¿cuál ha sido el “dios” que él eligió como prioridad? Tal vez su creación, el juego en la computadora. Tal vez el pedestal sobre el cual lo colocaron, porque ganó mucho dinero y se mostró como un empresario extraordinario.
Él puede ser considerado un gran emprendedor, pero no es un marido querido, un padre presente, y ni sabe si tiene amigos íntimos. Mientras muchos creen que él es exitoso, él mismo se ve como un fracaso.
El lector seguramente conoce a alguien que tiene mucho dinero, pero no sabe usarlo. O una persona muy bonita, cuya belleza solo atrajo desgracias. O un individuo muy inteligente que se volvió esclavo del propio ego. Un líder que tiene el poder en las manos, pero que se corrompió. Son algunos de los muchos casos en que una conquista o un don se vuelve mayor que sus dueños. Una persona bajo el Reino de Dios sabe su lugar y no deja nada ser mayor que él, pues usa correctamente su inteligencia para administrar dinero, belleza, intelecto o poder. Todo. Ella es dueña de las conquistas y no es esclava de ellas.
El programador y empresario sueco es muy inteligente en el uso de la informática, en la administración de su empresa, en las finanzas, pero le faltó inteligencia espiritual para volverse un ser humano pleno de verdad. Sin eso, el mayor genio del mundo nunca pasará de un mediocre.
¿Cómo no caer en esa trampa?
Usted debe estar pensando: si un hombre tan inteligente como el creador de uno de los juegos más populares del mundo siguió ese camino, ¿cómo estaré libre de cometer el mismo error?
¿Cuál es el peso que usted coloca en usted y en sus conquistas? Si entiende que usted es mayor que ellas, tienen a Dios como base, la oportunidad de acertar es mucho mayor.
La autora de libros sobre educación financiera, Patricia Lages, explica que el dinero no debe ser el centro en la vida de las personas. “Es muy bueno tener casa propia, poder viajar, tener un buen auto, entonces, coloque las cosas en su proyecto, pero no dependa de nada de eso para ser feliz. Vea al dinero como una herramienta y no como una única forma de tener una vida de calidad”, defiende.
La felicidad nace de adentro hacia afuera y no es el dinero, el intelecto ni otros aspectos meramente humanos que lo harán feliz.
Observando bien, la cuestión es poner cada cosa en su debido lugar, según su real importancia. Solo en el orden correcto una comienza a empujar a la otra – y todas andan. Para adelante.
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