¿Cuántas veces ya pensó en ser otra persona? ¿Cuántas veces ya deseó transformarse en alguien totalmente diferente de lo que es ahora?
Ya pasó por muchos momentos de insatisfacción y frustraciones. La verdad es que ya luchó tanto y aún así continua con una sensación de fracaso en algún área de su vida. Quizás ya logró algunos cambios, pero aun no está completo. Falta algo que lo llene y lo haga sentirse completamente realizado.
Jacob también se sentía así. Insatisfecho. Ya estaba realizado sentimental y económicamente, pero le faltaba eso que lo dejaría realmente pleno. Jacob deseaba ardientemente alcanzar la bendición, pero necesitaría sacrificar. En el caso de él, luchar – aunque fuese con Dios.
El Vado de Jaboc, un afluente por donde Jacob pasó con su familia y sus bienes, antes del encuentro con Esaú, su hermano, fue el lugar donde luchó por su bendición. Siendo el último a atravesar el pequeño y raso río, luchó hasta que asomaba el día con el Ángel.
“Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía. Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.
Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.
Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.
Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.” Génesis 32:23-28
Jacob solo cambió de nombre cuando dejó de lado todo lo que había conquistado y se lanzó al sacrificio, luchando con Dios. Fue a partir de eso, del nuevo nombre recibido, que pasó a adquirir todas las bendiciones a las que tenía derecho, como descendiente de Abraham.
Usted también puede cambiar su nombre y su historia a partir de esta Hoguera Santa. No piense que el tiempo ya pasó y que ahora lo que queda es aceptar lo que ha tenido o lo que ha sido como persona. Usted puede ser y tener todo, por la fe. Hacer como Jacob, que no dejó pasar la oportunidad y luchó con Dios por el fin de sus frustraciones y en pro de su transformación y satisfacción para su vida.
Haga su pedido y entréguelo junto con su sacrificio en la Universal más próxima a usted los días 14, 15 o 16 de julio.
Los obispos pasarán la noche en el Vado de Jaboc (foto de arriba), luchando con Dios por la transformación de su vida.
¡Es todo o nada!
¿Va a dejar pasar la oportunidad, o luchará por sus derechos, como descendiente de Abraham y heredero de sus bendiciones?