El pecado es una actitud deliberada en contra de Dios. Por eso, al practicarlo, nos aleja de Él. Es como si dijéramos: “¡No Lo acepto, no acepto Sus leyes y quiero vivir de acuerdo a mí voluntad!”.
Sin embargo, cuando aceptamos al Señor Jesús como nuestro Salvador, debemos ser conscientes de que, por lo tanto, aceptamos Sus orientaciones, porque ellas son buenas. Lo llamamos Salvador porque, al entregarse en la cruz, luchó por el derecho de salvar nuestra alma que, hasta entonces, estaba en las manos del diablo. De esta manera, nos corresponde a nosotros validar Su sacrificio, resistiendo a las tentaciones impuestas por el mal, es decir, desviándonos del pecado.
Todos nosotros somos tentados por el diablo. Hasta el propio Señor Jesús fue tentado por él cuando estuvo en el desierto, pero resistió, triunfando sobre Satanás. Debemos hacer lo mismo.
Vea a continuación 5 actitudes que le ayudarán a vencer al pecado:
- 1-Conozca su punto débil
“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.” (Santiago 1:13-15).
Al diagnosticar cuáles son nuestras codicias, lo que nos atrae y seduce, comprendemos cuáles son las situaciones que pueden tentarnos y, de esta manera, podemos evitarlas.
- 2-Aléjese de malos lugares y amistades.
“No os dejéis engañar: ‘Las malas compañías corrompen las buenas costumbres’.” (1 Corintios 15:33).
- 3-Sea amigo de Dios y busque Su presencia.
“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” (Mateo 26:41).
Esta orientación del Señor Jesús nos alerta que solamente conectados con Dios podemos triunfar sobre la carne, es decir, sobre nuestros propios deseos.
- 4-Use la autoridad en contra del diablo.
“He aquí Os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.” (Lucas 10:19).
Si usted está oprimido por los sufrimientos y malos pensamientos, use la autoridad que el Señor Jesús le ha dado para dominar al mal que actúa en su vida.
- 5-Usted solamente tiene la opción de vencer.
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 6:23).
El verdadero hijo de Dios no tiene otra opción que la de la Vida Eterna con el Padre, por eso, para él no existe alternativa de rendirse al pecado.
En el caso que quiera aprender más al respecto de este tema, participe, todos los miércoles, de la Noche de la Salvación, en una Universal más cercana a su domicilio. Encuentre la dirección ingresando en www.universal.org/direcciones/.
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