Un estudio analizó el uso del iPad de Apple. Indicó que el 26% lo emplea tanto para el trabajo como para el ocio y que el living y el dormitorio, son los lugares en donde más actividades se realizan. Conectado a internet, más grande que un teléfono móvil pero más pequeño que un ordenador portátil, el iPad de Apple se ha convertido en el objeto más deseado para los amantes de la informática.
Desde que fue lanzado en abril en los EEUU, el iPad ha vendido ya más de ocho millones de ejemplares, lo que le ha posicionado como la novedad ineludible de los apasionados de la tecnología, especialmente porque no tuvo competidores durante varios meses.
“Apple lo creó y gracias a eso las tabletas son un éxito. Mucha gente intentará mejorarlo, pero sucederá lo mismo que con los iPod: todo el mundo querrá uno”, explica el analista Ken Dulaney, de la consultora Gartner.
Para la asesora Sarah Rotman Epps, de la empresa Forrester Research, las costumbres nacidas en la era internet hicieron que el iPad sea un éxito.
“Los consumidores trabajan todo el rato, tienen menos tiempo para relajarse y menos dinero para gastar, pero siempre quieren potenciar sus ganas de vivir”, razona Rotman Epps.
Pese a que las semanas laborales no han cesado de alargarse debido a la proliferación de aparatos que permiten estar conectado día y noche con la oficina, “estos dispositivos sacian las ganas de que los juguetes informáticos llenen las horas muertas”, explica la analista.
De acuerdo con los datos de Forrester, 26% de los estadounidenses que compraron un iPad lo utilizan tanto para el trabajo como para el placer, y el informe sitúa al salón y la habitación como los lugares donde más se usa.
“La gente utiliza estos dispositivos para leer el diario The Wall Street Journal o para mirar la televisión desde la cama”, añade Rotman Epps.
Su popularidad crece por la gran cantidad de contenidos adaptados que ofrecen los grupos de comunicación, seducidos por el futuro que pueden deparar, algo que ya han hecho las empresas más importantes del mundo.
En el sector industrial, los competidores de Apple ya se pusieron en marcha.
A principios de diciembre, la compañía Samsung anunció que su tablet Galaxy Tab, que utiliza el sistema Android creado por Google, ya ha vendido un millón de ejemplares, según la prensa coreana.
Microsoft ha manifestado que las tabletas son “una prioridad”, por lo que el grupo está presionando a sus socios para que pongan a la venta estos dispositivos.
Hewlett-Packard registró una venta discreta de su dispositivo, que cuesta 800 dólares frente a los 500 del iPad.
Research in Motion también ha desplegado sus armas con el próximo lanzamiento de su PlayBook, que quiere seducir a los usuarios de su teléfono móvil BlackBerry.
La consultora Forrester prevé que en 2015 habrá 75 millones de personas que utilizarán estos dispositivos.
Algunas compañías, como Intel, consideran que este aparato no se adquiere para reemplazar a una portátil, sino como un objeto aparte.
Pero el analista Ranjit Atwal, de Gartner, estima que de aquí a cinco años las tabletas y los smartphones “ya no serán complementos”, sino “sustitutos”.
Por otro lado, Forrester se remite a los precios: los consumidores rechazarán pagar 140 dólares más para conseguir una notebook.