Para muchos, la maldición no existe, es simplemente utilizada para hacer que las historias de terror en el cine parezcan interesantes. Sin embargo, hay quienes creen que es real y que proviene de un poder sobrenatural capaz de provocar algo malo en la vida de quien es su víctima.
También están los que dicen que en el pasado la maldición recaía sobre las personas por medio de hechizos o encantamientos conjurados por brujas. Pero solo quien vivió alguna experiencia sobrenatural negativa puede afirmar si existe o no.
Es el caso de la profesora Ellen Cristina Correia, de 44 años. Ella cuenta que siempre soñó con encontrar a su verdadero amor. Y aunque tuvo noviazgos largos, siempre terminaban de una manera extraña. La primera relación duró 3 años y medio, y misteriosamente su novio desapareció “Hasta el día de hoy su familia lo busca. Fue algo realmente aterrador. Él desapareció”, explica. Ella probó seguir adelante y en la segunda relación se comprometió. Pero cuando estaba todo listo para casarse fue sorprendida por una noticia trágica: su novio había muerto en un accidente. “Fueron 5 años de convivencia. Perdí mi estabilidad. No tenía consuelo por lo que había pasado. Cuando me estaba recuperando del trauma de la primera relación, llegó algo peor”, recuerda.
Ellen no aceptaba la muerte de su novio y empezó a ir a su tumba cada semana, creyendo que él estaba al lado de ella. Ella cuenta que su frustración era tan grande que renunció a relacionarse nuevamente con otra persona. “Durante años yo me detuve en el tiempo, sólo pensando en él y esperando que, de alguna manera, él volviera a buscarme”, revela.
La profesora comenzó a tener insomnio y todas las noches recurría a la bebida para lograr dormir. Se volvió una persona nerviosa y amargada porque no lograba olvidar el pasado. Decidió entonces volver a enamorarse, pero esta nueva relación fue marcada por altos y bajos. “Fueron 7 años de peleas, agresión y faltas de respeto. Yo era muy insegura, tenía celos de todo y de todos. Terminamos varias veces”. Por más perturbada que fuera la relación, ella siempre lo buscaba para reanudarla porque su mayor miedo era quedarse sola una vez más.
Para Ellen, el momento más triste del noviazgo fue cuando, en medio de una discusión con el novio intentó tirarse del auto en movimiento: “Ese día, él paró el auto y comenzó a llorar como un niño. Reveló que durante toda su infancia acompañó a su padre y a su madre peleando de la misma manera y que no quería lo mismo para su vida”.
Después de este accidente, la profesora percibió que había alguna maldición en su vida sentimental y aceptó la invitación hecha por una amiga para participar de la Reunión de Liberación en la Iglesia Universal del Reino de Dios. “Cuando llegué a la reunión quedé maravillada al ver a las personas hablando con Dios de una manera tan íntima. Un Dios que yo imaginaba crucificado estaba tan cerca mío y no lo sabía”, dice.
Hoy, liberada, ella dice no creer más en discursos que afirman la incompatibilidad de carácter, pues se casó con la misma persona con quien vivió durante 7 años en crisis, el empresario Antonio Pinelli Correia Júnior. Hace 10 años que ellos viven otra realidad. “Yo sé que lo que había en mi vida era una maldición, una perturbación espiritual. Si no hubiera buscado a Dios, estaría soltera hasta hoy e infeliz”, comenta.
Quiebre todas las maldiciones que existen en su vida. Busque ayuda en Dios y la fuerza necesaria para luchar y vencer todo el mal. Participe de la Reunión de Liberación, este viernes a las 8, 10, 12, 16 y 20 hs. en todas las Iglesias Universal del Reino de Dios.