El último paro de recolectores de residuos que sufrió la Ciudad de Buenos Aires puso nuevamente en escena el problema de la basura.
Es que los trabajadores iniciaron un paro el pasado viernes 25 de febrero en reclamo de su continuidad laboral, luego que el gobierno presentó el nuevo esquema de tratamiento y disposición de residuos para zona capital, que incluye el cierre del relleno sanitario ubicado en la localidad de Punta Lara, partido de Ensenada.
El gobierno bonaerense firmó la semana pasada con los cinco intendentes de la región Capital la apertura de seis ecoparques y una planta de tratamiento de residuos orgánicos que reemplazará al relleno sanitario que existe en Ensenada.
El sistema, creado para sustituir el relleno sanitario ubicado en la localidad de Punta Lara (que debería cerrar en 2012), contempla el tratamiento de la basura que generan los municipios de La Plata, Berisso, Ensenada, Brandsen y Punta Indio.
La empresa Sanea será la encargada de la construcción del nuevo sistema que deberá tratar unas 700 toneladas diarias de residuos para convertirlos en combustible sólido, material de relleno no contaminante y abono para la actividad agrícola.
La obra requerirá de una inversión cercana a los 40 millones de dólares que serán aportados por el gobierno de la provincia de Buenos Aires.
La planta principal de reciclaje y tratamiento de los residuos orgánicos, que representan alrededor del 40 por ciento del total de la basura, será construida en la localidad platense de Echeverry.
Pero además, el sistema contempla la construcción de 6 ecoparques que son los sitios en los que se va a recibir la basura domiciliaria para clasificarla en orgánica e inorgánica, lugares que deberá definir cada municipio en donde se localizan.
De los residuos, el 80% se transformará en materias primas para la fabricación de distintos elementos y el 20% restante se compactará y servirá para la restauración de áreas con canteras, que hoy constituyen un peligro, ya que o están llenas de agua y se convierten en basurales.
González Catán, un caso testigo
González Catán tiene un problema: la basura. Un problema cuya historia empezó en 1977 cuando el gobierno militar creó el relleno sanitario y la zona pasó de ser un área de aire puro, a una localidad cuyas enfermedades abundan y sorprenden.
Según los vecinos, en la década del 60, ese sector del partido de La Matanza era recomendado por médicos para que ciudadanos con problemas de asma, que vivían en Capital Federal, fueran a mejorarse. Pero la situación cambió radicalmente.
“Acá hay enfermedades raras como ser Lupus, púrpura, leucemia, cáncer de vejiga y una gran cantidad de problemas dermatológicos. Chicos de 18, 20 y 25 años con ACV -accidente cerebrovascular-. Esto está directamente relacionado con los gases que emana del relleno sanitario” asegura la Presidenta de la ONG, Vecinos Autoconvocados Contra la Contaminación y el CEAMSE de González Catán, Celia Frutos.
María Inés Roldán hace 20 años que vive en la zona y agrega: “Hace cuatro años me descubrieron una Púrpura trobósitopénica, hasta el momento llevo 17 transfusiones de sangre y estuve un año internada. Además tengo una fibrosis pulmonar. Los médicos que me atendieron no encontraron una causa hereditaria o genética para estas enfermedades. Me preguntaron la zona en dónde vivía y, como vivo a seis cuadras del relleno, me dijeron que estas patología pueden ser causadas por la contaminación”. Pero el caso de María Inés no es el único, en la zona hay muchos pacientes con problemas respiratorios, de piel y otras enfermedades como la Púrpura y el Lupus.
En un relevamiento hecho por los vecinos, se sorprendieron cuando censaron familias de cuatro integrantes, todos con lupus. En ese estudio precario, llegaron a la conclusión de que, por lo menos, 1.800 padecen ese tipo de de enfermedades. Sin embargo no hay datos oficiales.
“Las autoridades deben determinar con certeza qué es lo pasa. Y si pasa algo, proteger a la población. Ése es el primer paso, saber, para luego poder proteger la salud. Una de las maneras de saber es consultar a la gente.” Aclara el Dr. Reynando Saccone, Médico clínico (MP 47419) del Hospital Diego Paroissien, quien agrega que él nunca fue consultado por ningún funcionario.
Fuente: Notio – Fotos: Télam, Martin Katz / Greenpeace