Usted quiere que las cosas le salgan bien. Ya se cansó de fallar. Sueña con el día en que su vida será buena, perfecta, como la vida de algunas personas que conoce. Especialmente en el amor. ¿Qué puede hacer para acercarse más a ese día?
Una cosa: aléjese de las personas que lo hacen fallar.
Gran parte de nuestros errores proviene de la influencia de personas con quienes nos asociamos. No solo familiares y amigos, sino también celebridades, autores – cualquier persona cuya opinión consumimos.
Si usted ve a personas por ahí imitando lo que todo el mundo hace es porque realmente es muy fácil ser influenciado. Es prácticamente imposible no serlo. Por eso, ya que será influenciado, ¿no es mejor elegir buenas influencias?
Recuerdo un estudio que detectó un hecho alarmante: el divorcio es contagioso. La investigación realizada a lo largo de 32 años con 12 mil personas mostró que ver a los amigos divorciarse aumenta un 75% la probabilidad de que la pareja se separe. Cuantos más divorciados una persona conoce, más chances tiene de seguir el mismo camino. La razón es simple. Si las personas cercanas a usted, a quienes admira y en quienes confía, tienen tal comportamiento, es mucho más fácil que usted haga lo mismo.
¿Cuántos consejos le han dado sus amigas? ¿Cómo es la vida de ellas? ¿A quién ha oído usted? ¿A qué lugares ha concurrido? ¿Quiénes son sus ejemplos de vida? ¿Qué ha leído?
Pese todo lo que usted ve y oye. Pese a todos con quienes se asocia o admira.
Ellos pueden hacer que usted falle o haga las cosas bien.
Aléjese de las personas que lo hacen fallar. Acérquese a quienes hacen que haga las cosas bien.
P.D.: Si usted quiere hacer las cosas bien en su vida sentimental, una invitación: comience hoy mismo el propósito de 21 días “De lo incorrecto a lo correcto”. Sepa más aquí.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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