La vida de Abraham es riquísima desde todos los puntos de vista, desde su vida espiritual, personal y hasta en lo histórico. Él nació en Ur de los Caldeos, actual Irak, una región pagana, extremadamente idólatra. Sin embargo, Dios vio algo en Él que Le llamó la atención, algo que, posiblemente, fue objeto de burlas y ridiculización pública: la lealtad hacia su esposa, aun sabiendo que no le daría una descendencia y contradiciendo las costumbres de la época.
Es evidente que Abraham fue diferente a la multitud, por ese motivo y para conservarlo, el Altísimo le indicó que saliera de su lugar de origen y fuera a un lugar incierto; porque tenía planes para él: convertirlo en padre de una gran nación. Muchos en su lugar podrían haber dudado de la promesa de Dios, pero, pese a su edad avanzada y la esterilidad de su esposa, él creyó.
¿Quién diría que un anciano podría procrear y que se convertiría en el padre de una nación como Israel? ¿Quién diría que aquel hombre de la Mesopotamia Antigua, que arriesgó todo para realizar un sueño, se volvería un referente de la fe para el mundo hasta los días de hoy?
«Después de estas cosas la Palabra del Señor vino a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram, Yo Soy un escudo para ti; tu recompensa será muy grande.» Génesis 15:1
¡Una vigilia muy especial!
En esta fe, el obispo Julio Freitas realizará la Vigilia Después de estas Cosas, el viernes, a las 22, en el Templo de los Milagros, Av. Corrientes 4070, Almagro, con transmisión en vivo para todo el país.
1 comentario
La Vigilia fue muy bendecida, seguir y servir al Señor Jesus hasta el y el Altísimo es nuestra recompensa.