El cáncer de cuello de útero se produce por un crecimiento anormal de las células del cuello del útero. Es causado por algunos tipos de virus VPH (Virus de Papiloma Humano). Se transmite generalmente a través de las relaciones sexuales. En la mayoría de los casos, el virus desaparece solo. Pero si la infección persiste, puede producir lesiones que con los años pueden convertirse en cáncer. Existen lesiones llamadas “de bajo grado”, y lesiones llamadas “de alto grado”. Se considera que recién a partir de las lesiones de alto grado existe la posibilidad de evolución a un cáncer.
La Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC) recomienda que todas las mujeres deben comenzar las pruebas de detección del cáncer de cuello uterino tres años después de haber comenzado las relaciones sexuales, pero no más tarde de los 21 años de edad. La prueba de detección se debe realizar anualmente junto con la prueba normal de Papanicolaou o cada dos años si se usa la prueba más moderna del Papanicolaou en líquido. A partir de los 30 años de edad, las mujeres que hayan tenido tres pruebas consecutivas con resultados normales pueden hacerse las pruebas cada dos a tres años. Las mujeres mayores de 30 años también pueden hacerse las pruebas de detección cada tres años con la prueba de Papanicolaou, más la prueba del virus del papiloma humano.
“Fui curada de cáncer”
Carmen Ortiz pasó por la terrible experiencia de recibir el diagnóstico médico en el que se constataba que tenía cáncer de útero y le daban tres meses de vida. “Cuando me enteré de la enfermedad mi hija me invitó a la Universal, comencé a participar de las reuniones y fui sanada. Tiempo después dejé de alimentar mi fe, entonces, perdí mi casa, me divorcié, me deprimí y tuve un ACV. Recuerdo que quedé en silla de ruedas, no podía hablar porque tenía parálisis facial”, cuenta.
Un día ella se dio cuenta de que necesitaba volver a vivir la fe para ser sanada, ese día el médico le había dicho que no iba a volver a caminar. “Regresé a las reuniones de la Universal y ese mismo día volví caminando a mi casa. Mi recuperación fue asombrosa”, afirma sonriendo.
Martes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
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