Este año ha sido bastante difícil de sobrellevar, debido a los problemas por los que nuestro país está atravesando. A lo largo del 2017, los argentinos hemos sobrevivido un clima de tensión, de preocupación e incertidumbre. La violencia en las calles, la falta de empatía y la impaciencia, vuelven la realidad más difícil. El resultado ha sido negativo, ya que muchos se encuentran con que todo lo que proyectaron quedó truncado y parece prácticamente imposible de realizar.
En diciembre, llega la inevitable necesidad de evaluar lo que se vivió durante el año y para muchos, el último mes del 2017 representa todo lo que no pudieron lograr y el sentimiento de que se fracasó y que no hay vuelta atrás.
El Universal presente
Durante todo el año, El Universal estuvo sirviendo de instrumento para llegar a las personas desesperadas por ayuda, las que fueron desahuciadas por la medicina, víctimas de los vicios y quienes ven como sus familias se rompen en pedazos.
Como todos los años, en cada edición se presentan historias de personas que lograron salir adelante a través de la fe y que hoy disfrutan una vida bendecida por Dios. Este año, que comienza, será una nueva oportunidad para quienes están dispuestos a buscar la ayuda de Dios.
¿Festejos?
Las reuniones de fin de año son el marco perfecto para que las frustraciones surjan. Las familias se reúnen para pasar un momento juntos, pero la alegría de compartir se diluye cuando los festejo se terminan. A partir de ese momento cobran fuerza la angustia, la incertidumbre y todo lo que no se pudo. Ante tal escenario, es imposible pensar que un 2018 de paz y prosperidad sea posible. Entonces es necesario buscar ayuda en Quien realmente puede transformar su vida y plantearse un nuevo comienzo y así, el nuevo año pueda traer consigo la realización de todas las cosas que son posibles.
El obispo Macedo en su libro El Pan nuestro para 365 días señala:
“‘El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca’, (Lucas 6:45).
Si sus palabras han sido negativas, es porque su corazón está lleno de esas cosas. Su reacción ante los problemas, ante las situaciones y ante las actitudes de los demás es lo que demostrará si usted ha confiado o no en Dios. Si ha actuado por su propia sabiduría o buscado la sabiduría de lo Alto.
Si quiere cosechar cosas buenas, tendrá que plantar lo bueno. Y eso comienza en su mente. La obra del Espíritu de Dios sucede de adentro hacia afuera”.
Si usted quiere saber más, participe de la Vigilia de fin de año, que se realizará el domingo 31 de diciembre a las 23 h en el Templo de la Fe y en la Universal más cercana a su domicilio, haga clic aquí y vea las direcciones.
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