Con el cambio de estación, la variación del tiempo y con el cambio de hábitos, la piel sufre más de lo normal, por ello los expertos recomiendan tomar unas precauciones para cuidar la piel y así evitar el envejecimiento prematuro.
Durante el otoño, con la llegada del frío y las calefacciones, se produce una deshidratación de la piel, por ello los dermatólogos recomiendan una hidratación de la piel tanto por dentro como por fuera. Así, recomiendan beber abundantes líquidos y usar loción hidratante para mejorar la calidad de la piel.
Con el frío la piel suele secarse más. Además, por todo el sol que se ha tomado durante el verano la piel se encuentra más dañada, con mayores cambios de pigmentación y menos lucida. Debemos rehidratar mucho la piel, hacer alguna exfoliación para que las células muertas se puedan eliminar y aplicar los cuidados habituales..
Con la llegada del frío las duchas suelen incrementar la temperatura. Esta conducta debe realizarse con cuidado dado que el manto ácido que protege la piel se elimina a causa de la alta temperatura del agua. El excesivo uso de agua caliente produce una mayor sequedad de la piel, especialmente en las manos.
Es común que, tras el paso del verano, aparezcan manchas blancas. Como explican los expertos, este tipo de manchas aparecen porque la piel no es capaz de producir melamina. También pueden aparecer otras manchas oscuras como un cloasma, que suele aparecer en el escote y en los brazos. Actualmente no existen tratamientos para combatir estas patologías por lo que es preciso acudir a los dermatólogos para que prescriba el tratamiento más adecuado.
Entre otros consejos esta el de no fumar, hidratar bien la piel y realizar una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, alimentos con un alto grado de antioxidantes.
Otro de los problemas que suelen aparecer con la llegada del otoño son enfermedades típicas de esta época como la psoriasis, dermatitis atópica, dermatitis seborreica o el acné. Ante este tipo de patologías se recomienda acudir al dermatólogo para que examine cada caso.
Actualmente se tiende a una protección excesiva de la piel que puede ser contradictorio en ciertos tipos de personas. “No es recomendable usar cremas en exceso, especialmente en las pieles grasas ya que incrementaría el problema. Debe prestarse atención a la calidad de la crema y así evitar futuros problemas.
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