No es ningún secreto que los grandes campeones han tenido que sacrificar parte de sus vidas para alcanzar sus sueños. Y si las personas de este mundo saben retribuir los esfuerzos y los sacrificios, ¡imagínese Dios!
“Él recompensará a cada uno conforme a sus obras…” Romanos 2:6
Sin embargo, no podemos olvidar que nuestra batalla es espiritual y, por lo tanto, tenemos que mirar con ojos espirituales y luchar con armas espirituales.
Por eso, si usted presentó a Dios (o presentará aún hasta el 31 de diciembre) su Verdadero Sacrificio, sepa que:
1 – Los demonios luchan:
– Para que la persona no haga el Voto de Sacrificar;
– De no lograrlo, entonces comienzan a trabajar para impedir que la persona cumpla su Voto de Sacrificio en el Altar;
– Al ver que no pudieron impedir que la persona cumpliera su Voto de Sacrificio, harán de todo para desanimarla, haciéndola murmurar, dudar de que haya hecho todo lo que podía… Para que ella derribe con la mano izquierda lo que construyó con la mano derecha.
“Pero volviéndose Él, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de Mí, Satanás! Me eres piedra de tropiezo; porque no estás pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres”. Mateo 16:23
2 – Los efectos del Sacrificio:
– Siente la falta del bien, del objeto o de la costumbre… de lo que sacrificó;
– Es bombardeado por malos pensamientos;
– Sufre maltrato y persecución por parte de compañeros de trabajo, “amigos”, e incluso por personas de la propia Iglesia;
– Se pregunta: “¿dónde está la respuesta al sacrificio…?”
Jesús dijo:
“Estas cosas os he hablado para que en Mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, Yo he vencido al mundo”. Juan 16:33
3 – Qué le sucede a usted después del Verdadero Sacrificio:
– Recibe fuerzas…;
– Hay satisfacción por haber obedecido a la Voz de Dios;
– Recibe dirección Divina sobre qué hacer o dejar de hacer;
– Se siente completo, pleno, incluso sin cosas, personas y títulos;
– Se convierte en una persona definida.
“Entonces llamó Moisés a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: Sé firme y valiente, porque tú entrarás con este pueblo en la tierra que el Señor ha jurado a sus padres que les daría, y se la darás en heredad. El Señor irá delante de ti; Él estará contigo, no te dejará ni te desamparará; no temas ni te acobardes”. Deuteronomio 31:7-8
Obispo Júlio Freitas
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes!
#IglesiaUniversal
#TemploDeLosMilagros
#DeAquíEnAdelanteTodoSeráDiferente