Por causa de una tristeza inexplicable, la señora Celesta da Costa, de 48 años (foto de abajo), perdió la voluntad de vivir. Incluso teniendo una buena familia y una situación económica estable, ella cuenta que no era feliz. Intentó suicidarse cinco veces, la última vez el plan era tirarse del 13° piso de donde vivía. Llegó a colgarse de la baranda del balcón del departamento, pero fue salvada por su hijo, que llegó justo en el momento e impidió la tragedia.
Después de conocer a Dios, en la Universal de su país, Suiza, donde el trabajo evangelístico es realizado desde 1993, Celesta garantiza que encontró una razón para vivir, fue libre de la angustia y hoy es feliz.
Su historia fue contada, recientemente, durante una reunión especial realizada por el Centro de Ayuda de allí en uno de los teatros más prestigiosos de Ginebra, el du Léman.
“Fue la primera vez que se realizó un evento de ese porte en la ciudad”, dice el pastor Filipe Monteiro, responsable por el trabajo evangelístico de la Universal en Suiza.
El objetivo fue hablar sobre el suicidio, un problema que afecta a todas las esferas de la sociedad, en todo el mundo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 800 mil personas se suicidan al año en todo el mundo, lo que representa una muerte cada 40 segundos.
Carlos y Esperanza Rebelo, ambos de 43 años (foto abajo), también enfrentaron el problema, debido a una serie de problemas en la infancia, abandono, rechazo y violencia doméstica.
Sin embargo, la entrega, la obediencia y la fe asumida por ambos en el Señor Jesús les proporcionó un hogar de paz y felicidad, y la voluntad extrema de ayudar a otras personas que pasan por lo mismo que enfrentaron ellos un día.
Durante el encuentro, un mensaje del obispo Júlio Freitas, responsable por el trabajo de la Universal en Europa, fue transmitida en una pantalla a todos los presentes, resaltando que cuando pensamos en el suicidio, estamos “asesinando” nuestros objetivos:
“Pensar o intentar el suicidio es una prueba de que sus sueños y proyectos ya están muertos. No podemos renunciar a los planes que Dios nos dio, ni a los sueños que Él puso en nosotros para hacernos disfrutar de una vida mejor, una familia estructurada, ser feliz y tener paz.”
La acumulación de sufrimiento, las rupturas amorosas, entre otros problemas, llevaron a más de mil personas a participar del evento en Ginebra, de las cuales 400 estaban por primera vez en una reunión promovida por la Universal. Todos los presentes pudieron aprender 3 pasos fundamentales para disfrutar de una vida abundante. Vea a continuación cuáles son:
1- Entregar los problemas a Aquel (Dios) que puede resolverlos y no vivir sobrecargado.
2- Oír las palabras positivas de Vida y obedecerlas, incluso en medio de todas las voces negativas.
3- Asumir su fe, practicando lo que sea necesario, sin medir esfuerzos, porque de nuestra felicidad dependen nuestra familia, amigos y los que están más cerca.
La Universal tiene templos en varias partes del mundo. Conozca la historia de la Iglesia ingresando aquí. Si usted desea participar en una reunión, busque la dirección más cercana a su casa.
(*) Con información de la Universal en Suiza
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