Actualmente, parece que casarse es un acto revolucionario. En 2020, por ejemplo, se registraron más divorcios que casamientos en la Ciudad de Buenos Aires. Este dato, aportado por el Gobierno de la Ciudad, fue un registro histórico del cual los medios de comunicación hicieron eco y muchos especialistas trataron de encontrar el motivo.
Muchos piensan que el casamiento está fuera de moda, que es una unión de procedencia antigua y que no es necesaria para los tiempos de hoy, que «atrasa», que aprisiona la personalidad del ser humano y no lo deja ser libre, entre otras cosas. Sin embargo, el problema no es el matrimonio, el problema son las personas.
Basta con tener un panorama social para darse cuenta de que muchas personas se volvieron más individualistas, más preocupadas por cumplir sus propios deseos que por contribuir con la felicidad de su entorno. Se volvieron más egoístas a tal punto que prefieren ignorar las necesidades del prójimo, entre otras cosas. Ante esto, ¿cómo puede convivir una pareja en armonía si no se sacrifican el uno por el otro?
Creyendo en el casamiento en pleno siglo XXI
Aunque las personas desprecien esta unión sagrada, una pequeña cantidad está transgrediendo las creencias sociales y oficializando la alianza con el ser amado delante del altar de Dios.
Este jueves, la Universal realizará la Celebración de los Casamientos. Será un acontecimiento único en el que una multitud de parejas darán el «sí» en el lugar sagrado, demostrándoles a todos la importancia del compromiso. Porque, a diferencia de lo que algunos piensan, el matrimonio no es una institución pasada de moda, aburrida, que arrebata las individualidades de la persona y la esclaviza, sino que es una alianza de fidelidad para toda la vida y que trae innumerables beneficios a la pareja si la lleva de manera adecuada.
Si querés presenciar este gran acontecimiento, participá a las 20 h, en el Templo de los Milagros, Av. Corrientes 4070, Almagro.