Sobre este tema, el obispo Edir Macedo escribió en sus comentarios bíblicos, lo siguiente: “Los padres reciben del Altísimo la autoridad sobre los hijos, pero deben saber ejercerla con sabiduría y temor. Todos los niños necesitan ser instruidos y disciplinados en lo que respecta a la fe y a la vida. No obstante, eso debe hacerse con amor y respeto, de una manera apropiada para su edad.”
Sin embargo, esta tarea tiene desafíos. Por eso, el Espíritu Santo, a través de la Biblia, da la dirección para que los padres puedan actuar en sus familias según la voluntad de Dios.
Por lo tanto, mire con atención estos 5 versículos que aconsejan sobre la función de los padres:
1) “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.” Efesios 6:4
“… significa evitar la severidad y el tratamiento injusto, para no herir el alma de los hijos. Pues debido a los castigos excesivos muchos hijos pierden la consideración y la confianza en sus padres y se vuelven resistentes a sus enseñanzas. De esa manera, todos los límites en la educación deben establecerse sin exageración y sin aspereza.”, aclara el obispo Edir Macedo sobre este versículo.
2)“Y estas palabras que Yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.” Deuteronomio 6:6-7
“En el hogar es donde los padres muestran que honran la Palabra de Dios. Ningún profesor está más habilitado que ellos mismos para enseñarles, con el propio ejemplo, los Mandamientos Sagrados a sus hijos. Cada momento de la vida, incluso los más triviales, son oportunidades para instruir y preparar a los niños para el futuro. De esta forma, una generación le pasa a la otra la fe genuina.”, agrega el obispo.
3) “Enseña al niño el camino en que debe andar y aun cuando sea viejo no se apartará de él.” Proverbios 22:6
“Para tener éxito en la educación de los hijos, generalmente los padres buscan ayuda en muchos métodos que terceros les sugieren. Cada uno tiene su propia visión de lo que es adecuado. Sin embargo, Dios revela el secreto de la buena educación: enseñarles a los hijos a temerlo, a partir del propio ejemplo de sus padres. A través de eso, ellos tendrán sembrada la semilla de la fe genuina en su interior. Y, al crecer, aunque demuestren que no hayan aprendido muy bien, la fidelidad de los padres permanecerá como un ejemplo para ellos.”, continua el obispo.
4) “El que escatima la vara odia a su hijo, mas el que lo ama lo disciplina con diligencia.” Proverbios 13:24
“Es fundamental que los padres corrijan a sus hijos, con el fin de eliminar la falta de respeto, la rebeldía y el mal comportamiento. Sin disciplina, el niño no estará preparado para la vida, pues sus malas acciones resultarán futuramente en malas consecuencias. No obstante, esa disciplina debe aplicarse con templanza, amor, equilibrio, sensatez y sabiduría. El Altísimo les enseña a los padres a corregir a sus hijos, así como Él nos corrige cuando nos equivocamos (Hb 12:9-10)”, observa el obispo.
5) “Pero si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.” 1 Timoteo 5:8
“Por lo tanto, el que es negligente en el cuidado hacia sus familiares o compañeros de la fe, no solo demuestra falta de humanidad, sino, además, deja en evidencia que no tiene principios y valores espirituales. Al decir que el que no cuida a los suyos es peor que un incrédulo declarado, Pablo muestra que, incluso una persona que no tiene temor hacia el Señor es capaz de tener consideración por sus seres queridos”, concluye el obispo.
La voluntad de Dios es que los niños aprendan Sus Mandamientos a través de los padres. Pero estos deben enseñarles, sobre todo, mediante el ejemplo, de lo contrario, solo serán palabras vacías.