Hoy hace 50 años que un ser humano salió por primera vez al espacio. Lo que hasta ese día, 12 de abril de 1961, pertenecía al territorio de la imaginación, Yuri Alexeievich Gagarin un joven soviético de tan solo 27 años de edad, despegaba del cosmódromo de Baikonur a bordo del Vostok 1.
Se convertía de esta forma en el primer ser humano en escapar más allá de la atmósfera, y en llegar a lo que denominamos espacio. Fue por tanto el primer ser humano capaz de ver nuestro planeta desde fuera, una imagen que, los pocos que han tenido la suerte de ver con sus propios ojos, califican de espectacular.
Su vuelo, duró sólo 108 minutos, a lo largo de los cuales dio dos vueltas a nuestro planeta, pero supuso un hito dentro de la historia de la ciencia y la tecnología. La carrera espacial, esa lucha que llevaron a cabo americanos y rusos durante buena parte de la segunda mitad del S-XX, fue mucho más que un combate a dos bandas por conquistar el espacio. Detrás de todos esos cohetes, naves tripuladas y viajes al espacio, los dos gigantes mundiales del momento se estaban disputando la hegemonía mundial. En una guerra sin disparos, que ha pasado a la historia como la Guerra Fría, las dos superpotencias tomaron el reto espacial como la madre de todas las batallas, como el símbolo del poder de una sobre la otra.
Con el vuelo de Gagarin, los rusos le daban la segunda bofetada a los americanos tras el lanzamiento del primer satélite artificial en 1957, el Sputnik. Durante muchos años el espacio fue rojo, y los americanos tuvieron que poner todo su talento, y sobre todo su dinero, para que la balanza oscilara de su parte. El 21 de julio de 1969, la huella de Neil Armstrong sobre la Luna ponía punto final a esa batalla por conquistar el espacio, relegando de esta forma un tanto, a Yuri Gagarin a un segundo plano.
Adiós Gagarin
No pudo ver este último hecho Gagarin, ya que murió de forma trágica, en un accidente de avión un tanto turbio, unos meses antes. Tenía tan sólo 34 años, y su vida a partir de su hazaña estuvo envuelta en los problemas y el alcohol, quizás por no poder superar nunca el éxito. Pero su viaje espacial, a bordo del Vostok 1, quedará siempre grabado con letras de oro en la historia de la humanidad.
Hoy, 50 años después de ese primer viaje, 16 países de todo el mundo, incluyendo EE.UU, Rusia, parte de Europa, Japón y Canadá están trabajando juntos en una estación espacial común. Lejos de la Guerra fría, el espacio sirve hoy de punto de encuentro y de colaboración entre países. Y es que el mundo ha cambiado, y mucho, desde que un joven soviético de tan solo 27 años, lo contemplara por primera vez desde las estrellas.