Al igual que en los días de Gedeón, cuando, debido a la infidelidad a Dios, el pueblo estuvo atemorizado en la cueva durante 7 años, en los días de hoy estamos viviendo en el mundo el aislamiento social y el pánico siendo predicado por los medios sensacionalistas.
Sin embargo, a través de Gedeón, Dios pudo separar a los fieles, que tenían una fe sobrenatural, de los infieles que tenían una fe emocional.
“(…) Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase (…)” Jueces 7:3
Dios no Se manifiesta a los tímidos y miedosos, porque su timidez y miedo son señales de que no creen en de hecho y de verdad. ¡Y quien no cree ya está reprobado!
“(…) Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí te los probaré (…)” Jueces 7:4
El fiel es osado en su fe, es intrépido en sus actitudes, no tiene miedo, no huye de la prueba porque sabe que su fidelidad a Dios le garantiza aprobación.
“(…) Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquel pondrás aparte (…)” Jueces 7:5
La lengua del fiel siempre está conectada a la Palabra de la Verdad, así como las lenguas de los 300 de Gedeón estaban conectadas a la Fuente.
“(…) Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente (…)” Jueces 7:7
Dios no entrega nada en la mano del infiel, del que no tiene palabra. La separación en los días de hoy se hace igual que en los días de Gedeón.
LLEGÓ EL MOMENTO DE QUE DIOS SEPARE A LOS 300 FIELES QUE SE INCLINAN A SU PALABRA Y BEBEN SOLAMENTE DE ELLA, ¿SERÁ USTED UNO DE ELLOS?