«Cuando Jesús Se fue de allí, vio a un hombre llamado Mateo, sentado en la oficina de los tributos, y le dijo: ¡Sígueme! Y levantándose, Le siguió». Mateo 9:9
«Y hallándose en forma de hombre, Se humilló a Sí mismo, haciéndose OBEDIENTE hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también Le exaltó hasta lo sumo, y Le confirió el Nombre que es sobre todo nombre». Filipenses 2:8-9