Es común, principalmente en el inicio de las relaciones, que las parejas intercambien juramentos de amor, muchas veces sin reflexionar en lo que ellas quieren decir. Sin embargo, ese hábito puede ser peligroso. Prometer aquello que no es posible o que no se quiere cumplir, tarde o temprano, trae consecuencias malas.
Por eso, el Universal.org.ar separó 4 frases que no deben ser dichas ni a quien se ama:
1- Hago cualquier cosa por ti
No es por querer que la relación funcione que usted va a sujetarse al otro. “Cualquier cosa” involucra demasiadas situaciones. En una relación, es necesario hacer concesiones, pero de ambos lados.
2- Yo soy tuyo; mi vida es tuya
Nadie puede dar algo que no le pertenece. Cuando la persona dice “mi vida es tuya”, está prometiendo lo que le pertenece a Dios, como la Biblia afirma:“¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?” 1 Corintios 6:15
Su vida debe estar entregada a Dios y no a otro ser humano. En un video publicado recientemente, el obispo Edir Macedo afirma: “Usted tiene que tener mayor consideración para con Él de la que tiene con su madre, padre, hijo, hermano, hija, marido, mujer, novio, novia, o sus seres queridos.”
3 – No sé vivir sin ti
Música, libros, películas. Esta frase ha sido muy utilizada por los románticos. Con el objetivo de cautivar al público, de arrancar una lágrima de cada par de ojos, se repite hasta el agotamiento “no sé vivir sin ti”, “no puedo vivir sin ti”.
La escritora y conferencista Cristiane Cardoso explica que las escenas como estas quedan bien en la ficción, pero que en la vida real, el amor no es así. Decir o esperar que les digan cosas como esas es injusto para usted mismo y para su compañero.
Su vida no debe depender de otra persona.
4- Yo te amo más de lo que me amo
Al recitar esas palabras, la persona está transfiriendo una responsabilidad muy grande a su compañero. La responsabilidad de crear su felicidad, su amor propio. Es lo mismo que decir “eres mi vida”. No puede ser así.
“Para que usted pueda amar a su prójimo, tiene que amarse primero, para entonces amarlo como a usted mismo. Cuando nosotros amamos a alguien más que a nosotros mismos, dejamos de hacer por nosotros lo que solo nosotros podemos hacer: cuidarnos, amarnos, preservarnos y valorarnos”, explica Cristiane Cardoso.
Lo ideal es que se ame en primer lugar y sea feliz consigo mismo para así, poder compartir su felicidad con otra persona que, a su vez, compartirá la felicidad de ella contigo. Sin colocar una presión injusta sobre uno de los dos.
“La única persona que podemos amar más que a nosotros mismos es el Señor Jesús, pues Él sí que nunca nos decepcionará”, concluye Cristiane.
¿Quiere saber cómo mejorar su relación de pareja? Participe de la Terapia del Amor que se realiza todos los jueves a las 10, 16 y 20h, en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070.
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