Esta disputa entre las naciones de Corea del Norte, Corea del Sur y Estados Unidos data de muchos años, pero estos últimos años las tensiones entre estas naciones han ido aumentando. Esta última semana, el líder del país norcoreano señaló que con solo apretar un botón podría lograr que las bases de las naciones que acusa de estar realizando maniobras de guerra se conviertan en “Un mar de llamas y cenizas”.
Con esta declaración logró hacer que el mundo vuelva a enfrentarse al temor de un nuevo ataque atómico. Según los medios de Corea del Norte el líder comunista habría pedido que el arsenal nuclear esté listo para su uso en cualquier momento.
Guerras atómicas
El hombre en su ansia de poder no ha medido las consecuencias de sus actos. Las naciones más poderosas aumentan su arsenal de armas invirtiendo millones y millones en acumulación y en tecnificación para seguir mostrando su poderío a pesar de las miles de vidas que se pierden por cada día de guerra. Las bombas atómicas fueron creadas con ese fin, Hiroshima y Nagasaki que fueron atacadas el 6 y el 9 de agosto de 1945 constituyeron el caso emblemático de este tipo de bombas en el que la pérdida de vidas humanas llegó a ser de 246 000. No solo se lamentaron las muertes durante el ataque, también se produjeron más de 230 casos de leucemia y más de 300 casos de distintos tipos de cánceres como consecuencia de la guerra. El envenenamiento por radiación fue la razón de la muerte del 20% de la población.
Este horror sucedió hace 70 años pero con la tecnología que se maneja en la actualidad las consecuencias podrían llegar a ser mil veces peor. El temor crece por la guerra inminente que podría matar a millones de personas y volver a nuestro planeta inhabitable, todo indica que es el comienzo del fin.
El comienzo de la Gran Tribulación
El obispo Macedo señala la importancia de prepararnos para un mundo en conflicto “Pocos Lo esperan, pero Él volverá. Los últimos acontecimientos en el mundo son evidentes señales de eso. Todo parece encaminarse hacia el fin.
‘Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo.’, (Lucas 21:10-11).
Nación contra nación se refiere a las guerras entre países, reino contra reino hace referencia a los conflictos religiosos. Ese clima de terror y muerte ya existe. La tendencia es que aumente todavía más. Pero, aún no es el fin. El Señor Jesús se acerca a pasos agigantados.
Antiguamente, el Fin de los Tiempos era un asunto apenas del Altar. Hoy, los científicos están tan seguros de eso que lo hablan abiertamente. Las catástrofes mundiales parecen anunciar el fin. Pero, antes de eso, viene la Gran Tribulación. Un período de 7 años del imperio anticristiano. En este momento, vivimos el período de la Pequeña Tribulación. Al final de este, el Señor Jesús va a arrebatar a sus fieles seguidores. Ellos no sufrirán los daños de la Gran Tribulación.”
Muchos viven con temor de lo que sucede en el mundo, están pendientes de todo y viven con la incertidumbre de no saber qué les espera. Sin embargo, aquellos que temen a Dios viven seguros porque saben cuál es el destino final de su alma. El Señor Jesús ofrece la garantía de Salvación a todos los que se entregan a Él, la oportunidad de una nueva vida, de encontrar la paz que este mundo no puede ofrecer.
Fuente: Blog obispo Edir Macedo
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