Dos amigos volvieron a hablarse después de casi 12 años de silencio entre ellos. Eddie Van Halen, de 61 años, y Sammy Hagar, de 68, fueron compañeros de un grupo musical durante 11 años. Pero, opiniones diferentes hicieron que ellos se desentendieran no solo profesionalmente, sino que también rompieron el lazo de amistad.
Esta historia tuvo un reciente cambio, el día de cumpleaños de uno de ellos. Hagar utilizó una red social para desearle un feliz cumpleaños a Van Halen – considerado su enemigo por muchas personas. Hagar publicó lo siguiente: “¡Feliz cumpleaños Eddie! ¡Espero que estés bien!” Y, para sorpresa de muchos, Van Halen le respondió de inmediato: “¡Gracias Sammy! ¡Espero que tú también estés bien!”
El hecho produjo una tregua entre los dos y el retorno de la antigua amistad. Gracias a una simple demostración de humildad por parte de uno de ellos, que dejó el orgullo de lado e hizo una declaración pública, como si fuera un pedido de disculpa o arrepentimiento por un error del pasado. El propio Hagar explicó su actitud diciendo que no quería más rencores en su vida.
Dios honra al humilde
El primer paso para dejar de ser orgulloso es reconocer que tiene ese problema.
La escritora y conductora Cristiane Cardoso explica en su blog, que existen algunos tipos de comportamientos que identifican a una persona orgullosa.
Vea cuáles son:
*No reconoce sus errores y no acepta la reprensión:
Hace todo lo posible para que no lo reprendan y, aparentemente, lo hace porque no quiere desagradar o decepcionar, pero, en realidad, esta persona no quiere pasar por la humillación de ser corregida.
*El orgulloso no pide perdón:
Incluso puede arrepentirse, pero no es capaz de exponer su arrepentimiento, esto es muy humillante para esta persona, y por eso prefiere fingir que no pasó nada.
*Al orgulloso le gusta opinar sobre todo y no se guarda nada:
No duda en enfrentar a alguien para afirmar lo que piensa que es correcto.
Estas reconocidas actitudes lo apuntan como alguien orgulloso, el segundo paso es ser humilde. “Pero la humildad no es ser pobre, vivir una vida sencilla, o actuar con bondad hacia las personas que lo rodean. La humildad surge en su interior, así como el orgullo. Es fácil ‘ser humilde’ exteriormente, es solo fingir. Pero la verdadera humildad proviene del interior, surge en lo más íntimo de la persona y se desborda en el exterior a través de comportamientos admirables”, comenta Cristiane.
El mayor ejemplo de humildad lo podemos aprender del Señor Jesús
Mire a continuación, algunas de Sus conductas que nos enseñan a ser más sencillos y modestos:
*Él fue paciente y comprensivo con las personas. Entendía por qué hacían lo que hacían, no las juzgaba por eso, por el contrario, ellas se sentían cómodas con Él.
*Él enseñaba. Quien enseña, es humilde. Muchos no enseñan y quieren que las personas aprendan, sepan y entiendan.
*Él mantenía amistades. El Señor Jesús se aseguró de tener amigos, de estar con las personas, Él no se alejaba de ellas porque no tenían Su mismo entendimiento, o por creerse más inteligente.
Nadie es honrado por Dios sin antes ser humilde. Si usted quiere conocer el poder que Él tiene para transformar su vida, y hacer que usted se deshaga del orgullo, participe de una de las reuniones de la Universal. Busque la más cercana a su domicilio ingresando aquí, y comparta este artículo en sus redes sociales.
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