Para algunas parejas la distancia es una prueba de fuego que sólo sale bien si hay ganas, amor y la habilidad necesaria para mantener un contacto muy cercano
Miedo – Seguro que cuando te planteas por primera vez mantener una relación a distancia te asaltan ciertas dudas. Las principales son los celos y el miedo a la infidelidad, y sólo puedes evitar que se conviertan en un obstáculo infranqueable si confías plenamente en tu pareja.
Contacto – El otro gran problema de las relaciones a distancia es la ausencia de contacto físico. Los besos, abrazos y muestras de cariño a los que estamos acostumbrados en nuestro día a día. Sólo podrás solucionarlo si haces todo lo posible por mantener un contacto muy frecuente.
Cercanía – Lo primero que debes hacer para que tu relación a distancia no sea un fracaso es mantener un contacto diario. Y si no quieres gastar dinero en llamadas telefónicas, hoy en día tienes la tecnología suficiente para estar “cerca” con muy poco. Utiliza internet, chatea, envía mails a diario o algún mensaje que haga saber a tu pareja que sigues ahí.
Encuentros – Organiza encuentros siempre que puedas para ver en persona a tu pareja. Todo el mundo necesita esa cercanía, por eso hay que hacer planes para verse con cierta regularidad. Ambos se sentirán mejor si saben que van a verse pronto.
Esfuerzo – Haz el esfuerzo por “cultivar” la relación. Hazle saber a tu pareja con frecuencia lo que sientes y déjale claro que sigues manteniendo ese compromiso con él o ella para que nunca tenga dudas.
Escucha – Trata de escuchar aún más a tu pareja, e interésate por su vida, su día a día, sus problemas e inquietudes, porque hablar estrechará aún más su conexión. Y si surge alguna duda en cuanto a la relación o sentimientos, trata de resolverla cuanto antes para que no se convierta en un gran problema.
Cuéntale – Y mientras escuchas, deja que tu pareja también sepa más sobre tu vida diaria, tu trabajo, tus inquietudes y pensamientos, tus amigos, tu familia… Porque, aunque vivan separados, compartir el día a día es esencial para que una relación funcione.
Confianza – Confía en tu pareja, porque la desconfianza es el primer paso para que una relación a distancia se desmorone. No dejes que tu mente se imagine cosas que no son, o sin sentido. Si tienes dudas, pregúntale directamente a tu pareja antes de dejar volar tu imaginación y nunca dejes que los celos te invadan.
Prioridad – Ten claro que, aunque mantengan una relación a distancia, tu pareja sigue siendo tu prioridad. No canceles encuentros que hayan programado, ni pospongas llamadas, porque ésos son casi los únicos momentos en los que podrán disfrutar de un tiempo juntos. Mantén un contacto diario incluso si es sólo para saludar o preguntar qué tal le va a tu pareja.
Con calma – Sobre todo, tómatelo con calma, porque en las relaciones a distancias las prisas nunca funcionan. No te enfades por cosas sin importancia y sé tolerante. Si te has sentido dolido por algo que tu pareja ha hecho o dicho, no te lo tomes muy a pecho y coméntalo con naturalidad. Recuerda que tienen poco tiempo para estar juntos, y sería absurdo dedicarlo a discutir.
¡Al fin juntos! – Seguro que cuando se ven, o bien tu pareja visita tu ciudad, o al contrario. Pero también es buena idea tener encuentros en otro lugar, una zona neutral en la que los dos puedan llegar sin problemas. Planea siempre lugares diferentes y aléjate de la rutina.
Detalles – Ser detallista con la pareja es un plus cuando se mantiene una relación a distancia, porque esos sencillos detalles ayudan a que tu chico se sienta querido y apreciado. De vez en cuando, sorpréndele enviando un mensaje sorpresa, un regalo o cualquier otro detalle inesperado.
Acuerdos – Para que la relación funcione es importante establecer las reglas de la relación.
Paciencia – Y, sobre todo, sé muy paciente. En las relaciones a distancia es perjudicial tener prisa porque todo transcurre mucho más despacio de lo que a nosotros nos gustaría. Cuando te sientas algo solo, recuerda todo lo positivo que tiene tu relación y guarda la energía para disfrutar al máximo del próximo encuentro.
Planes – Los planes del futuro siempre unen. Habla con tu pareja y déjale claro adonde quieres llegar, que puede esperar del otro y a qué se comprometa.