Skylar Fish, de 14 años, fue inmovilizado por los amigos con cinta adhesivas. Los otros jóvenes ataron sus manos, brazos, piernas y pies. En el intento de escapar, el joven perdió el equilibrio y cayó. En la caída, se golpeó la cabeza en la esquina de una ventana, se fracturó la órbita de un ojo y tuvo hemorragia externa e interna.
Skylar casi murió. Los médicos tuvieron que realizar una complicada cirugía para detener la sangre en su cerebro; le hicieron 48 puntos en la cabeza del joven, pero no pudieron evitar la ceguera del ojo lastimado.
La situación de por sí ya es bastante espantosa. Aunque, el hecho más grave es que Skylar concordó con la acción de los otros jóvenes, sus “amigos”, y afirma que todo no es más que un juego, siguiendo los pasos de los videos en internet.
El desafío de la cinta adhesiva
El “duct tape challenge” – o el “desafío de la cinta adhesiva” – es un juego que sigue el modelo del “desafío del balde de hielo” que se hizo famoso en el 2015 por ser practicado por varias celebridades mundiales. Consiste en atar a una persona con cinta adhesiva, y ella debe conseguir librarse en poco tiempo.
Skylar es solo uno de los millones de jóvenes que practicaron la acción, colocando su vida en riesgo. “Lo único que puedo hacer es concientizar a las personas, para que entiendan en lo que sus hijos se están metiendo”, afirma la madre del adolescente, Sarah Fish.
¿Usted sabe en qué cosas se involucra su hijo?
Skylar ya había realizado el desafío de la cinta varias veces antes de sufrir el accidente. Su madre afirma que los adolescentes estaban solo buscando algo divertido, lo que es bueno, que impresionaría a los amigos. Para ella, no estaban pensando “¿y si me caigo y golpeo la cabeza?”.
Y el problema con los niños y adolescentes es justamente ese. La memoria no es capaz de pensar en las consecuencias de sus actos. Por eso los padres son tan importantes en el control de sus hijos.
En su blog, el conferencista Renato Cardoso, relata que hoy en día es muy fácil que un niño o un joven ingrese en internet: “Me sorprende, a veces, como algunos padres dejan a sus hijos totalmente libres con teléfonos, iPods, computadoras etc., sin supervisión.”
Él destaca que los padres son responsables por la protección de los hijos, les guste a ellos o no. Por lo tanto, aunque algunos hijos se sientan incómodos, los padres deben fiscalizar tanto como puedan el acceso a internet de los jóvenes. “No podemos hacer eso 100% del tiempo, porque es imposible. “Pero lo posible, lo tenemos que hacer.”
En la Reunión de la familia que se realiza todos los domingos en la Universal, se brinda consejos sobre las mejores maneras de relacionarse con los hijos y guiarlos. Para ver la Universal más cercana a su domicilio ingrese aquí.
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