“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” Proverbios 22:6
Las palabras y el ejemplo de los padres en la vida de un niño son tan importantes que, como señala la Biblia en el versículo anterior, permanecen arraigados en su mente para toda la vida.
Y el acto de educar al hijo no se limita solo a aconsejar sobre lo correcto e incorrecto. También se refiere a los detalles de la vida cotidiana, como por ejemplo, la autoestima del niño.
Hay personas que no logran se dan cuenta del valor que tienen. Cuando hacen una autoevaluación no se gustan, son inseguras sobre su propia capacidad de vencer, o con su apariencia; no se permiten errores y sienten una gran necesidad de aprobación y reconocimiento.
Esa es la baja autoestima, que en muchos casos, se presenta en la infancia, en la etapa de la formación de la personalidad, del carácter.
Si usted es padre o madre, vea a continuación 3 actitudes que usted debe poner en práctica para ayudar a su hijo a tener una buena autoestima:
1) Aprenda a apreciar lo positivo que hace
Cuando un hijo se equivoca, es importante enseñarle la manera correcta de actuar, mostrando por qué lo que hizo está mal. Pero, cuando un hijo hace algo positivo o conquista algo, es importante que los padres festejen, celebren con él y valoren con palabras y actitudes lo que hizo. Esto lo animará y ayudará a darse cuenta de que está en el camino correcto, reforzando otras actitudes positivas.
2) No le diga palabras de desmotivación
Hay padres que, en lugar de motivar a sus hijos, dicen solo malos comentarios sobre ellos. Le dicen que él no es importante, o que él “nunca será alguien en la vida”. Le dicen que nunca constituirá una familia feliz o, peor, lanzan maldiciones en su contra a través de las palabras. Es por eso que la primera actitud (apreciar lo positivo que hace) es muy importante ponerla en práctica.
3) Deje que haga las cosas por sí mismo, cuando sea el caso
Incluso con buenas intenciones, hay padres que hacen por el hijo hasta lo que él podría hacer por sí solo. Ese ambiente de protección excesiva no ayuda al niño a desarrollar sus habilidades. Crece sin preparación para el futuro y para enfrentar las adversidades de la vida.
Padres e hijos
Hoy en día, la relación entre padres e hijos es un desafío. Los niños y jóvenes están creciendo en un mundo totalmente diferente de la generación de sus padres, y por eso los desacuerdos en la familia son cada vez más frecuentes. Por lo tanto, es necesario saber educar a los hijos adecuadamente.
Participe los domingos a las 9:30h en la Universal y reciba enseñanzas que lo ayudarán en esta tarea, para que usted alcance la felicidad para su familia. Ingrese aquí y encuentre las direcciones de la iglesia más próxima a su hogar.
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