Para vencer al mundo, para vencer todo, Dios nos da un instrumento con el que nosotros tenemos capacidad para vencer al infierno. No importa si usted es pobre, rico, negro, blanco, si fue a la escuela o no, ¡no importa quién sea! Todos tenemos condiciones para vencer porque la fe es un instrumento de Dios para que podamos tomar posesión de aquello que queremos, que proyectamos y soñamos. Por eso, todo lo que usted quiere depende solo de usted, no depende ni siquiera de Dios.
Una persona puede nacer pobre o rica, con o sin defectos físicos, y Dios no tiene nada que ver con eso. Él nos dio la fe para que podamos enfrentar el mundo.
Cada uno de nosotros tiene el derecho de traer personas a este mundo. Si el hombre se junta con la mujer puede generar hijos. Mi madre tuvo 33 hijos, pero solo 17 sobrevivieron, y de los 17, solo quedaron 7, porque fueron muriendo por el camino, incluso antes de nacer. No fue Dios quien hizo eso, ¡fue mi padre!
Y si mi padre hubiera tenido una amante, hubiera tenido a otros 33 hijos, y si hubiera tenido 2 amantes, hubiera tenido 66 hijos. El hombre puede hacer la cantidad de hijos que quiera, y yo pregunto ¿qué tiene que ver Dios con eso? Entonces, cuando su hijo nazca, no diga “fue Dios Quien me lo dio”, porque quien se lo dio fue su marido, el hombre que durmió con usted.
Le atribuyen a Dios el nacimiento de un niño, la miseria, la pobreza, las desgracias, el fracaso, ¡le atribuyen a Dios todas las miserias de este mundo! Pero cuando a la persona le va a bien en la vida, se lo atribuyen a la suerte.
Dios no trabaja de esa forma, Él nos da la fe, la fuerza, condiciones para generar otras vidas, para pensar, para elegir, nos da el derecho de trabajar en lo que queremos, y si usted no trabaja en lo que quiere es porque no tuvo la oportunidad o algo sucedió, usted no creyó en usted mismo y está haciendo otra cosa, pero Dios nos da la capacidad, Él nos da el talento.
La fe fue un talento que Dios le dio. ¿Qué está haciendo con su fe? ¿Sabe por qué usted está fracasado?
¿Sabe por qué usted dice: “Todo me va a mal, mi vida no cambia”? Porque usted piensa que Dios es el culpable de su situación. ¡No! Él es culpable de haberle dado condiciones para elegir, pero si usted hizo malas elecciones, obviamente, cosechará malos frutos.
Dios no le dio fe para que usted sea religioso, o para seguir una doctrina de hombres, Dios le dio fe para que usted piense y ponga en práctica su fe de acuerdo con lo que usted quiera.
Usted cree en Su Palabra, Él cree en usted, entonces usted va a la lucha y conquista. Claro, no sucederá todo lo que usted quiere, todos sus sueños, todos sus deseos de la noche a la mañana, porque Dios no es mago.
Pero, paulatinamente, día tras día, será como si usted subiera una escalera, un paso por vez. Da un paso, se afirma, da otro paso, se afirma y así sucesivamente. A medida que va dando esos pasos hacia adelante, usted va tomando posesión de sus sueños. Si usted no quiere encuadrarse en ese sistema de fe, nosotros no podemos ayudarlo, ni Dios puede hacer algo por usted.
Dios le dio la fe para que usted luche, de la misma manera que le dio los pies para que camine.
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