Quizás el Arca de la Alianza sea el objeto más famoso entre los artefactos del Tabernáculo, el Templo de Salomón y el Templo de Herodes. El gran cofre de madera revestido de oro fue hecho de acuerdo a las instrucciones de Dios, Quien dio la orden a Moisés de fabricarlo por medio de las manos de Bezaleel, el principal artesano y artista de los hebreos de su época.
En su interior se guardaban objetos sagrados para los hebreos: la vara de Aarón, que floreció y dio frutos (Números 17:8), una urna de oro con maná y las tablas de los Diez Mandamientos. Pero el Arca no era solo un cofre, representaba al propio Dios entre los hombres.
Cuenta la Biblia que en cierta oportunidad, el rey David envió el Arca de la Alianza a la casa de un hombre llamado Obed-edom, y provocó un gran éxito en sus actividades: “Y estuvo el arca del Señor en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo el Señor a Obed-edom y a toda su casa.”, (2 Samuel 6:11).
Todo lo que emprendió Obed-edom fue prosperado debido a la presencia del Arca del Señor en su casa. Incluso, cada vez que Israel salía a la batalla, el Arca iba delante del ejército, mostrando que Dios estaba al mando. Así, los combatientes hebreos aumentaban sus fuerzas y entusiasmo.
Este lunes, en el Congreso para el Progreso, usted podrá participar del Clamor de los 7 pastores y presentar sus pedidos en el Arca de la Alianza. Lo esperamos a las 8, 10, 12, 16 y 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
Ellos vencieron la miseria
Ramona: “Llegué al Congreso para el Progreso estando desempleada, hacía dos años que no tenía trabajo. Estaba en la miseria.
Después de perseverar y poner en práctica lo que me enseñaron aquí, tengo mi emprendimiento, donde le doy empleo a diez personas, conquisté una camioneta, una propiedad y un auto de alta gama. En estos momentos estoy negociando por un auto cuyo valor duplica al que tengo. Además, mi hijo logró cobrar un juicio que estaba trabado desde hacía cinco años”.
Jorge: “Mi familia y yo llegamos al Congreso para el Progreso en una situación mala. Yo era adicto, golpeador, maltratador, estábamos pasando una situación económica muy mala debido a mi adicción. Había perdido camionetas, una casa y muchas cosas materiales.
Gracias a participar en el Congreso para el Progreso, donde aprendimos a prosperar, pudimos conquistar una camioneta, mi esposa pudo abrir un supermercado, compramos tres autos, un terreno, edificamos una casa para nuestro hijo y además cobré un juicio con el que voy a empezar a edificar una casa más”.
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