¡Que el Espíritu del Dios Altísimo glorifique a Su Hijo Jesús a través de cada uno de ustedes y sus respectivas familias en este día!
¿Es posible que haya justicia cuando se mezcla con los sentimientos?
Para que haya un juicio justo es necesario que haya pruebas concretas contra el acusado. Los testigos oculares tienen que probar que vieron al delincuente.
La justicia justa no tiene sentimiento. Es ciega.
Así también es la Fe que viene del Espíritu de Dios. No depende de ver para creer.
Quien quiere ver para creer en Dios, va a morir queriendo…
Pero quien cree en Su existencia, de acuerdo con Su Palabra, es porque fue privilegiado por el Espíritu de la fe con la revelación de la fe.
La revelación de las riquezas interminables del Reino de los Cielos no es para todos. El Señor Jesús dejó eso bien en claro cuando dijo:
“Te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la Tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.”, (Mateo 11:25).
La revelación de la fe inteligente es locura para los que creen ser algo. A causa de eso, el Espíritu de Dios no pierde tiempo con esas personas.
La revelación de la fe exenta de emoción, se destina solo a los humildes de espíritu, como el niño inocente y los pequeñitos, que reconocen su insignificancia delante del Todopoderoso.
Por favor, mediten en el Evangelio de Lucas 18:9-14.
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