«El primer hombre es de la Tierra, terrenal; el Segundo Hombre es del Cielo. Como es el terrenal, así son también los que son terrenales; y como es el Celestial, así son también los que son celestiales. Y tal como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del Celestial. Y esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el Reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible». 1 Corintios 15:47-50