“El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del Libro de la Vida…” Apocalipsis 3:5
No existe nada, absolutamente nada más importante que nuestra Salvación.
Ella será la recompensa para los Vencedores que, por señal, serán vestidos de vestiduras blancas.
El vencedor no es aquel que solo comienza, y sí el que termina.
¿Y cuántos hay que incluso comenzaron, pero no lograron terminar, y fueron vencidos porque en esa lucha espiritual no estaban revestidos de una armadura?
En realidad, nadie será vestido de vestiduras blancas si antes no se reviste de la Armadura de Dios.
Solamente estando revestido de la Armadura de Dios será posible combatir el buen combate, completar la carrera, guardar la fe y recibir las vestiduras blancas.
Tratándose de la Salvación, no hay tiempo que perder.
Una vez que esté revestido de la Armadura de Dios, ¡usted tendrá condiciones de vencer!
“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo… Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.” Efesios 6:11-13
[related_posts limit=”17″]