La página de Facebook del Círculo Policial Argentino difundió un video en el que puede verse a una mujer obligando a una nena a fumar marihuana. En el posteo indicaron que la filmación fue enviada de forma anónima y que habría sido registrada en Pompeya.
“Este video nos fue enviado de forma anónima diciendo que esta ‘madre’ viviría en Pompeya por Estanislao Ceballo, si alguien tiene algún dato más para aportar se lo agradeceríamos, la niña tendría 6 añitos solamente, por favor ayúdenos con la difusión. Déjenos su opinión si lo desea para poder compartir con los más de 142.000 seguidores que nos leen, desde ya gracias.- A todos quienes por privado envían mensajes creyendo reconocer a la mujer y el lugar donde sería los invitamos a comunicarse a este número. 0800-122-2442”, dice el texto que acompaña al video, publicado también en el sitio de noticias Infobae.
En la filmación la mujer dice “mirá, ma”, hablándole a una tercera persona que no se puede ver, y luego le pide a la nena que fume “para la tía”.
En el video se puede ver cómo la madre le dice “dale ahora” y cuando la chiquita aspira le festeja diciendo “eso es fumar”. Luego, la mujer, que parecería estar filmando para mostrarles a otros familiares, dice: “Mirá, ma, estamos las dos solas con la Luli, re fumadas”.
Después, la nena empieza a mover la cabeza manifestando su rechazo a la marihuana, pero la madre insiste: “Dale, la última para la tía. Dale, amiga, la última para la tía Ramona”. La pequeña, forzada, accede y en esta ocasión la mujer le da instrucciones: “Tirale el humo… eeesaa”.
Padres negligentes
En su blog, el obispo Renato Cardoso explica cómo poner límites en la educación de los chicos y enseña que los padres no deben estar ajenos a las actividades que sus hijos realizan, deben interesarse en ellos y compartir tiempo de calidad: “Uno de los problemas más serios actualmente en los hogares donde hay hijos (pequeños, adolescentes o incluso adultos) es la falta de límites. Los padres, o por ignorancia, o por no querer tener dolor de cabeza o simplemente para agradar a los hijos, terminan dejando que hagan lo que quieren, sin límites. Pueden jugar videojuegos dos, tres, cinco horas por día, pueden navegar en Internet solos en el dormitorio, pueden estar dos horas en el teléfono con las amigas de la escuela, pueden dejar el dormitorio desordenado para que los padres lo limpien más tarde, pueden no sentarse en la mesa para comer con la familia, pueden gritarles a los padres, pueden vivir en la casa ya en edad adulta y no contribuir con nada, pueden estar de novios con quien quieran y los padres no necesitan ni siquiera conocerlo… y por ahí sigue.
A pesar de que no les guste que los padres impongan límites y reglas, los hijos necesitan eso. La inmadurez y la inclinación hacia el mal que todo niño y joven tienen son una receta para que se transformen en desastres humanos, si son dejados sin ninguna disciplina.
Por eso, el padre y la madre deben actuar en conjunto para determinarles ciertos límites y reglas a sus hijos, visualizando el bien de ellos. Comunicarles bien esas reglas a sus hijos y no tener miedo de aplicarlas. Y siempre recordar que el objetivo es protegerlos del mundo y de ellos mismos—pero no exagerar en la dureza y en el rigor. Los padres deben ser equilibrados, permitir ciertos errores de sus hijos y no vivir retándolos a todo momento por cualquier cosa. Pero en las cosas principales, deben ser firmes y justos”.
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