TITITI – ¿Tienen celos uno del otro? ¿Cómo lidian con eso?
Renato – Unos celitos saludables (risas)… Creo que cero celos, tampoco es bueno. Al principio, ella tenía más debido a sus inseguridades. Pero eso fue vencido porque ajusté algunos comportamientos míos. No era nada incorrecto, ¡pero tuve que recalcarle que ella es la persona de mi vida! También la ayudé a desarrollar una confianza y, de esa forma, eliminó los celos. La Biblia dice que hasta Dios tiene celos. Entonces, no es algo malo. Pero es algo que, si no se cuida, puede consumir la relación.
Cristiane – A veces, los celos son un problema suyo. En nuestro caso, él no me daba razones (para tener celos). Era algo mío. Pero cuando la persona da motivos, hablando con personas en las redes sociales, por ejemplo, el problema es el otro. Hay que ver si los celos tienen fundamento. Si no lo tienen es algo que ella tiene que trabajar en su interior. Yo pensaba que cualquier persona podía tomar mi lugar. Entonces, si él conversaba con una mujer inteligente y bonita, yo ya tenía celos. Y en el trabajo que él hace conversa con un montón de mujeres. Yo tuve que cambiar porque el problema no era de él. Tanto es así, que hoy eso no me afecta más.
Renato – Yo no era muy comunicativo. Llegaba a casa, ella me preguntaba cómo había sido mi día y yo decía: “Fue bueno”, y terminaba la conversación (risos). Entonces, comencé a incluirla más, a darle a entender que ella formaba parte de mi vida. Y no era nada extraño, solo que no tenía el hábito de conversar. Pero entonces aprendí que no se puede dejar ese agujero porque, principalmente la mujer, tiene la tendencia de llenarlo con malas informaciones. No sé por qué ella nunca piensa que puede ser algo bueno (risas).
Cristiane – ¡Pero es la inseguridad la que siempre lleva hacia lo negativo!
Entrevista concedida a la revista Tititi – parte 5.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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