¿Cómo conquistar la vida con abundancia sin caer en la tentación de la riqueza?
Advertencia contra la riqueza
… porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. 1 Timoteo 6:7-12
Promesa de la Riqueza
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Juan 10:10
¿Cómo separar una advertencia bíblica contra la riqueza de una promesa, también bíblica, a favor de la riqueza?
¿Es posible tener vida con abundancia sin ser rico?
No hay manera de responder a tales cuestiones sin apelar al elemento fundamental en las cuestiones bíblicas: la Fe.
La fe es agresiva, valiente, y locura para los que creen. La fe es locura porque se apoya en las Escrituras Sagradas y, por eso, va con todo el poder contra los argumentos de la lógica natural. Por la lógica, ¿cómo aceptar el hecho de que todo el sistema solar se detenga con una palabra de fe? ¿Cómo abrir las aguas de un mar con un cayado? ¿Cómo transformar un lago de agua envenenada en agua potable? ¿Cómo hacer que flote un hacha de hierro por medio de la rama de un árbol?
La fe es locura porque no considera las circunstancias naturales y obliga a que suceda lo que ella determina.
Claro que los que quieren ser ricos caen en la tentación, y en el lazo, y en muchas concupiscencias locas y nocivas, que sumergen a los hombres en la perdición y en la ruina cuando se dejan llevar por una fe ciega, una fe según los deseos de un corazón corrupto y engañador que desprecia la voluntad del Espíritu de Dios.
La fe es una virtud del Espíritu Santo para realizar la voluntad del Espíritu Santo. Dios no nos ha dado la fe con el fin de responder a las concupiscencias de la carne.
¿Quién piensa que la fe del Espíritu Santo puede ser usada para conquistar a mujeres, a hombres o a ambos? ¿Quién osa pensar que puede usar la fe de Dios para realizar sueños de la carne? ¿Quién se atreve a pensar en usar el Poder de Dios para satisfacer al diablo? Lo mismo sucede con respecto a la codicia de las riquezas para fines puramente egoístas.
Creo que el apóstol Pablo fue dirigido por el Espíritu para separar la fe del Espíritu de Dios, de la fe del espíritu del diablo.
La fe del Espíritu de Dios siempre busca, ansía, anhela, y corre detrás de aquello que agrada a Dios, que está de acuerdo con Su voluntad. Pero la fe del diablo es carnal y quiere agradar a los deseos de la carne.
El Señor Jesús quiere que tengamos vida, y vida con abundancia. Sin embargo, primero tenemos que buscar Su Reino y Su justicia para que entonces todo lo demás nos sea añadido.
¿Cómo adquirir las Promesas del Reino de Dios sin primero entrar en él? Primero hay que entrar en él para entonces tomar posesión de sus beneficios. Mateo 6:33.