Seguramente usted conoce a alguien que suele estar en desacuerdo con todo y todos, es esa persona que con solo escuchar una opinión contraria a la suya empieza una discusión. Normalmente, personas así no toleran gustos ni ideas diferentes a las suyas porque se creen las “dueñas de la verdad”.
Es muy difícil convivir con quien se comporta de esa forma. Por eso, es necesario entender qué es lo que lleva a que una persona sea así, tan radical, al punto de no tolerar algo diferente.
Quienes imponen sus convicciones, generalmente son personas que no saben lidiar bien con los límites. Ese patrón de comportamiento se desarrolló dentro de la familia, cuando los padres o quienes las cuidó no supieron ejercer su autoridad. Ese niño normalmente se convierte en un adulto que tendrá que enfrentar ese problema.
La mujer que siempre cree tener la razón posee ciertas características peculiares. Habla mucho y escucha poco, no tiene paciencia para entender a las personas o a las situaciones, se irrita cuando encuentra oposición y no tolera frustraciones.
Así, una charla con quienes se sienten “dueñas de la verdad” parece una guerra. Todo lo que se dice suena como un ataque, no hay respeto, y mucho menos comprensión. En estos casos, lo mejor que se puede hacer es intentar exponer el problema.
El alejamiento es la consecuencia más común. Con el tiempo, las personas pasan a no sentirse cómodas para charlar con ellas. Hay casos en los que la mujer pierde amigas, se distancia de los hermanos, de los padres e incluso del compañero.
Entonces, si usted ha convivido con alguien que actúa con arrogancia al hablar y pensar, tenga paciencia. Intente mostrarle el error a través de una charla. Si no funciona, tendrá que aprender sola la importancia de tolerar la opinión de los demás.
Ahora, es importante destacar y dejar claro que respetar no quiere decir estar de acuerdo. Es necesario escuchar la opinión de los demás, incluso cuando se opone a sus valores.
Si el otro le pide su opinión, usted puede sentar su posición. Demostrar empatía y saber escuchar puntos de vista diferentes, incluso cuando no estamos de acuerdo con ellos, es una forma clara de revelar su fe y su belleza interior.
Sea flexible y tolerante
· Entre tener la razón y ser feliz, elija siempre la segunda opción.
· Aprenda a ponerse en el lugar del otro.
· Analice su necesidad de tener siempre la razón. Eso puede revelar una baja autoestima.
· Busque ayuda si no puede lidiar sola con el problema.
· Reconocer que no siempre tenemos razón nos alivia, entienda que no siempre debemos estar en lo correcto.
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