El 9 de julio de 1977 se realizó la primera reunión en un local del barrio carioca de Abolición, pero la intención de llevar la Palabra de Dios a todo el mundo existió desde mucho antes en el corazón del joven Edir Macedo. Él vio el poder de Dios en su vida y surgió dentro suyo un irrefrenable deseo de compartir su testimonio con las personas sufridas que clamaban por ayuda.
El Señor Jesús fue quien puso ese deseo y también la visión de formar una iglesia que no le diera la espalda a sus fieles, sino que se dedicara completamente a liberar, a sanar y a prosperar en Su nombre. El obispo Macedo dejó su trabajo, su seguridad financiera y sus propios deseos para dedicarse a ayudar al pueblo de Dios que no encontraba respuesta a su dolor.
El camino no fue fácil, porque muchos no lograban comprender que alguien diera su vida para ayudar a los desposeídos, a los olvidados. La Universal fue creciendo y llegaron las luchas, el obispo fue acusado falsamente, apresado y humillado, pero la verdad salió a la luz y tuvieron que pedirle disculpas.
La cantidad de miembros sanados de enfermedades incurables y liberados de los vicios, que vieron que Dios transformó sus vidas fue creciendo. Nuevas iglesias se fueron abriendo en todo Brasil. Las reuniones de la Universal reunían a miles de personas y para contener a la multitud se realizaban en estadios de fútbol, como el Maracaná. Los testimonios se multiplicaban, Dios estaba haciendo lo que prometió en Su palabra, solo hacía falta que alguien tuviera el valor de usar su fe. Para difundir la Palabra a quienes estaban desesperados la Universal se fue instalando en los distintos medios de comunicación.
En Argentina la Universal comenzó en la provincia de Córdoba, y con el paso del tiempo, los pastores brasileños llegaban al país hablando muy poco español, pero con un enorme deseo de cambiar la vida de los argentinos a través de la fe. Este mes de julio conmemoramos 39 años del inicio de una obra maravillosa, que ya está en más de 100 países, la misma que cambió y sigue transformando millones de vidas a través del poder de Dios.
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