Causada por el parásito denominado toxoplasma gondii, la toxoplasmosis se contagia al ser humano a través de diferentes mamíferos y aves contaminadas, siendo el principal huésped el gato doméstico. También puede producirse al ingerir carne poco cocida y verduras mal lavadas.
Si bien en la mayoría de los casos es un trastorno leve para la salud, las mujeres embarazadas son el grupo de mayor riesgo debido al peligro que corre el futuro bebé en caso de sufrir una infección. Si esta se produce durante el primer trimestre de gestación, puede producirse un aborto espontáneo, la muerte del feto o el retraso del crecimiento intrauterino. Si la infección se da con el embarazo más avanzado, el parásito puede afectar pulmones, hígado, ojos, músculos, aparato digestivo o corazón, provocando daños oculares, hipoacusia, hidrocefalia, erupciones cutáneas, hepatoesplenomegalia, ictericia, anemia, convulsiones, etcétera. Más adelante, el niño puede sufrir retraso mental, ceguera, deficiencia visual severa o lesiones en el sistema nervioso central.
Para prevenir el contagio, se recomienda no comer carne cruda o poco cocida, lavar bien frutas y verduras antes de comerlas. Si está embarazada, realícese controles periódicos.
“Estaba tan depresiva que ni siquiera me hacía los controles por la toxoplasmosis”
Gertrudis Giménez estuvo depresiva y con ataques de pánico, el médico la había medicado, pero ella ni siquiera tenía dinero para comprar la medicación. “Mi salud estaba muy mal, tenía toxoplasmosis y Mal de Chagas, no tenía fuerzas ni para programar cuándo ser madre porque la depresión me estaba consumiendo. No podía estar al frente de una familia en la condición en que me encontraba, porque ni siquiera quería realizarme los controles médicos necesarios, eso hizo que no me pudieran ayudar cuando los estudios demostraron que la toxoplasmosis estaba muy avanzada. Mi hija iba a nacer discapacitada, iba a tener graves problemas neurológicos”, cuenta.
Su hija nació sana, pero su situación familiar ya no daba para más, entonces aceptó la invitación para asistir a las reuniones de la Universal, así ella encontró la solución que necesitaba. Participando de las reuniones fue sanada de todo lo que la afectaba. “La depresión desapareció completamente y no me quedaron secuelas de la toxoplasmosis”, afirma sonriendo.
Martes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
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