El invierno ya comenzó y junto a él no solo llega el frío, sino también las indeseables molestias de la congestión nasal, estornudos, tos y otros síntomas de las enfermedades del sistema respiratorio como asma, bronquitis, rinitis y sinusitis. Según el médico otorrinolaringólogo João Marcos Piva Rodrigues, “los niños y los ancianos, por tener una inmunidad más baja, son los que sufren más en este período”, comenta.
En algunas regiones, las bajas temperaturas, el clima seco y la baja humedad relativa del aire, son factores que ayudan al aumento de las alergias respiratorias graves. Como medidas preventivas, el doctor sugiere que se eviten los cambios bruscos de temperatura (frío y calor), lavar las manos con frecuencia, ya que las mismas son transmisoras de virus y bacterias. Cada vez que estornuda o tosa, cúbrase la nariz con pañuelos descartables y evite permanecer en ambientes cerrados.
Según el especialista, en invierno las personas sienten menos sed, pero el organismo necesita la misma cantidad de líquido que en cualquier otra estación del año. Lo recomendable es beber por lo menos 1,5 litros de agua por día. También es importante prestarle atención al aire seco, que deshidrata las membranas mucosas de la nariz, de la garganta, de la faringe y puede causar inflamaciones. El consejo es utilizar humidificadores de aire o toallas húmedas en la habitación.
Los pisos de la casa deben limpiarse con un paño húmedo y los abrigos, que permanecen durante meses en el placard, deben lavarse antes de usarse, ya que en las prendas de ropa se proliferan ácaros, uno de los responsables de las reacciones alérgicas.
Tenga hábitos saludables y, en el caso de que el problema persista, consulte a un médico.
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