¿Qué le parece que representa la siguiente foto?
a) El regalo cariñoso para una amiga
b) El resultado de una conversación entre madre e hijo
c) Una disculpa por una agresión cometida
Quien eligió todas las alternativas acertó. Diogo, de 4 años de edad, posó para esta foto antes de ir a la escuela, donde le entregaría las flores y un sincero pedido de disculpas a una amiga que agredió el día anterior.
La madre de Diogo, identificada en Facebook como Tata Carvalho, publicó en sus redes sociales esta imagen con el siguiente mensaje: “Después de mucha conversación, el castigo ayer, hoy fue el día de llevarle las flores a la compañerita que empujó ayer en la escuela.”
Aparentemente, Tata estaba enseñándole a su hijo a no practicar la agresión y, en sus comentarios dijo que hizo que Diogo pida disculpas para que, cuando sea adulto, no necesite disculparse con nadie – mucho menos con una mujer – por haberla agredido.
Casi todos los más de 3.700 comentarios elogian la actitud de la mujer. Además de eso la publicación se compartió más de 7 mil veces y tuvo 57 mil “me gusta”.
Lo que Tata hizo fue su obligación, como madre, de enseñarle a su hijo el modo cómo él debe comportarse delante de los conflictos. La Biblia afirma que se debe enseñar “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” (Proverbios 22:6).
Para la escritora y conferencista Cristiane Cardoso, “quien enseña tiene una gran responsabilidad que no se limita a la disciplina o a una sala de clases, sino a la vida”. Esta responsabilidad, según ella es algo fantástico, que influye al niño para toda la vida.
Según explica el conferencista Renato Cardoso, “uno de los problemas más serios actualmente en los hogares donde hay hijos – pequeños, adolescentes, o hasta adultos – es la falta de límites. Los padres, por ignorancia, o por no querer tener dolores de cabeza, o simplemente para agradar a los hijos, terminan dejando que sus hijos hagan lo que quieren, sin límites”.
Tata podría permitir que el castigo dado por la escuela fuese el único. O incluso ponerle un castigo sin explicar exactamente el porqué. Cuando ella se propuso conversar con su hijo y mostrarle que se había equivocado, Diogo se arrepintió y prometió no repetir el error.
La conversación es la base de la relación entre padres e hijos y debe ser cultivada por ambos. Si tiene dificultades para establecer diálogos productivos dentro de la casa, participe de la Reunión de la familia, que se realiza todos los domingos en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070, a las 9:30h, o en la iglesia más sercana a su hogar. Allí usted descubrirá las mejores maneras de conversar y educar a sus hijos.
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