María Rosa Brito pensaba en quitarse la vida porque desde pequeña sufrió mucho. Fue víctima de un abuso en su niñez, su madre se enfermó y los médicos no lograron descubrir qué causaba la enfermedad, con el paso de los días ella comenzó a secarse y falleció, también había fuertes peleas entre sus hermanos, llegaban al extremo de tener que llamar a la policía para que se calmaran.
Un día María Rosa encontró brujerías tiradas en la puerta de su casa y se sumaron más problemas a su vida. Escuchaba voces, veía sombras, pensaba en terminar con su vida, sufría fuertes dolores de cabeza y se sentía atemorizada. Buscando una solución, recurrió a los espíritus, durante un año participó activamente del culto a las entidades, pero su vida lejos de mejorar, se hundió todavía más.
Le aparecieron quistes en los ovarios, su esposo estuvo dos años desempleado, dependían de su suegro para subsistir. Estuvieron tan mal que no tenían ni siquiera condiciones para comprar alimentos. Su vida transcurría en una casa muy precaria y todo indicaba que su familia tendría que acostumbrarse a la miseria y a las necesidades.
Ella estaba cansada de sufrir, entonces, cuando tuvo la oportunidad de recurrir al Dios Vivo, no lo pensó dos veces y se acercó a la Universal. Allí aprendió a usar su fe para superar todo lo que estaba enfrentando. A nivel espiritual, logró ser libre de todo lo que la atormentaba, perseveró en las reuniones y fue sanada de los quistes en los ovarios.
Su sueño de tener una familia armoniosa se hizo realidad, además, económicamente salieron adelante y ya no pasan necesidades, sino que tienen todo lo que necesitan. Lo principal fue la paz que comenzó a reinar en su interior, gracias a eso hoy en día María Rosa sabe cómo enfrentar la adversidad y vencer, el secreto es que ella conoce el poder de Dios cuando se usa la fe en Él.
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