En todas las Universal del país estaremos distribuyendo de forma gratuita el aceite de Israel el 21 de agosto, por eso ese domingo no será un domingo más. En Palabra Amiga, que se emite de lunes a viernes a las 6, 12, 20:30 y 23 h por Red Aleluya, FM 106.3, el obispo Macedo explicó: “Usted recibirá un frasquito de aceite de forma gratuita para que usted lo use una vez en la semana. Usted regresará el siguiente domingo y lo volveremos a consagrar para que lo use una segunda vez, y así haremos por siete domingos consecutivos.
El aceite es el símbolo del Espíritu Santo. Los sacerdotes, para mantener el candelabro encendido, trabajaban día y noche, tenían turnos. El candelabro tiene siete brazos, que representan los siete Espíritus de Dios, como dice la Biblia, el Espíritu del Señor, el espíritu de sabiduría, de inteligencia, de consejo, de poder, de conocimiento y de temor del Señor (Isaías 11:2).
Usted tomará el aceite y hará una unción en siete cosas, una por cada semana, para que logre una respuesta en sus prioridades.
Esta primera semana usted usará el aceite una única vez, y cada domingo traerá el aceite a la iglesia para consagrarlo, para luego usarlo esa semana. Cada domingo usted deberá renovar la consagración”.
No se pierda esta oportunidad única, lo esperamos este próximo domingo 21 de agosto en Av. Corrientes 4070, Almagro, o en la Universal más próxima a su domicilio.
Ellas usaron el aceite de Israel y vieron grandes resultados en sus vidas
Beatriz Ruiz: “Desde chica sufrí con dolores de cabeza, eran tan fuertes que me golpeaba la cabeza contra la pared, tomé tranquilizantes por años. Cuando me casé encontraba trabajos en la puerta de mi casa, en ese tiempo perdí tres embarazos. El tiempo pasó y a raíz de otro trabajo de brujería casi muero.
A partir de entonces me descompensaba y no sabía qué hacer, tenía miedo de morir y no podía hacer nada. Visité 22 médicos y especialistas, pero no había un diagnóstico certero.
Después comencé con hemorragias, era cáncer de útero, me tenían que hacer una histerectomía. Los médicos detectaron un principio de diabetes también.
En la Universal aprendí a usar mi fe. Me ungí con el aceite de Israel, participé de las reuniones y propósitos de fe y gracias a Dios fui sanada, con Él todo cambió en mi vida”.
Adriana Alis: “Desde chica fui sonámbula y siempre tuve mucho miedo. Con el tiempo, sentía que me iba a morir, consulté a psicólogos y psiquiatras, era miedo inminente. Terminaba en la guardia del hospital por los nervios. Dormía debajo de una mesa, no podía relacionarme con nadie y tenía mucho miedo de ejercer mi profesión. El nerviosismo y los ataques de pánico eran una constante.
Me detectaron un fibroma en el útero, tenía muchas hemorragias y dolores. Sentía que me volvía loca, era muy inestable, así llegué a la Universal y comencé a participar de las reuniones. Me ungí con el aceite de Israel y cuando fui a ver al ginecólogo, el fibroma ya no estaba más. También usé el aceite para ungir donde deseaba que Dios abriera las puertas y empecé a trabajar con una amplia cartera de clientes, me casé, y abrí un estudio jurídico”.
Griselda Córdoba: “Siempre tuve problemas en los intestinos por lo que mi mamá me llevaba a curanderos. Se me hacían abscesos de pus en el colon y siendo una nena me hacían estudios muy dolorosos, veía al médico y me largaba a llorar. Cada cinco años pasaba por la misma situación, tomaba medicación, usaba cremas, pero los abscesos se volvían a formar. Una vez, estando en el hospital me desvanecí y me operaron de urgencia, me sacaron dos litros de pus. Siempre volvía a supurar, ya estaba cansada, me recorrí todos los hospitales de Buenos Aires.
Era desesperante mi estado, me sentía impotente, la Universal fue la última puerta que golpeé. Comencé a participar de las reuniones junto con mi esposo, allí encontré la sanidad que necesitaba. Aprendí a usar la fe, me ungí con el aceite de Israel y nunca más se formaron los abscesos”.
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