Buscando la dirección del Espíritu Santo, con seguridad será guiada por Él
Tanto los hombres como las mujeres desean la realización de su sueño sentimental: la felicidad en el amor. Para alcanzar tal objetivo deben buscarlo pero muchos son víctimas de decepciones, infidelidades, complejos, miedos, abandono, intereses materiales, sobornos, maltratos, remordimientos, etc. ¿Qué dirección debo seguir para no equivocarme en el amor? La dirección de Dios.
Buscando la dirección del Espíritu Santo, con seguridad será guiada por Él, por consecuencia no cometerá un error a la hora de buscar su gran amor. Algunos consejos interesantes:
Observe las actitudes. A través de las actitudes, el comportamiento y de los frutos de su carácter, usted podrá conocer si la otra persona es la indicada. Si usted nota una actitud egoísta, posesiva, agresiva, entre otras; imagínese con esa misma persona en los próximos 5 años.
Sea sabio. En el momento en que se deja de sacrificar el uno para el otro, y principalmente para Dios, tanto la mujer como el hombre pueden destruir su relación.
Sea racional. En una relación afectiva (emoción) la fe inteligente debe hablar más alto. Porque cuando actuamos por emoción, estamos siendo engañados por el propio corazón, como está escrito en Jeremías 17:9 “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”. Además, cuando se actúa con la razón, se actúa con la cabeza. Es por esto que la mayoría de las relaciones están destruidas, porque la mayoría de las personas actúan por la emoción.
No caiga en la rutina. Para que una relación sea feliz y duradera, en primer lugar debe estar la presencia del Espíritu Santo, ya que de Él viene el verdadero amor. Con Él, ese matrimonio tendrá conciencia de que es necesario renunciar diariamente para obtener beneficios el uno del otro. También es importante mantener el cariño, la confianza, una amistad sincera, tener un diálogo continuo y una vida íntima activa (para los casados). Además de eso, nunca deben dejar que la relación caiga en rutina.
Ejercite la fe. Para quien está en la espera del verdadero amor, el consejo que le doy es: No permita que la ansiedad le invada, procure ejercitar su fe participando en la Terapia del Amor. Porque sólo se cosecha cuando se siembra.
La Terapia del Amor es un tratamiento muy serio, dirigido por el Espíritu Santo para ayudar a solteros, novios, divorciados, viudos y casados, teniendo una guía para ser feliz. También para ayudar a aquellas personas que cargan con traumas, complejos, frustraciones, de manera que sean curados sus corazones enfermos de amor. Mostrando, así, que a través de la fe Dios trae a la existencia aquello que no existe; y que todo es posible, teniendo una estructura, que hará a la persona capaz de soportar cualquier tipo de luchas para vencer todos los obstáculos en la vida sentimental.
Participe de la Terapia del Amor este jueves a las 20 y sepa cómo quitar de su interior lo que no le deja ser feliz.