Recientemente, un caso más de traición casi terminó en tragedia. La inglesa Joylene Cunningham, de 30 años, fue condenada a dos años y medio de cárcel después de cortarle el rostro a su novio, Sean Harman, con una lámina, lastimándolo desde la boca hasta la oreja. Joylene justifica la agresión diciendo que encontró al joven besándose con otra mujer y su reacción, sin control, fue lastimarlo.
Son muchos los motivadores que hacen que la traición sea cada vez más común, dejando marcas que pueden ser permanentes. “Yo diría que la verdadera razón es porque en el momento en el que la persona tomó la decisión, suspendió el juicio, la inteligencia y actuó con el sentimiento”, comenta el conductor del Programa The Love School – La Escuela del Amor, Renato Cardoso.
Pero, ¿qué hacer en un momento de nervios, cuando la ira parece prevalecer? Ciertamente no es actuar por impulso o de manera agresiva, porque tal comportamiento lleva a consecuencias desastrosas, como la de Joylene, que fue privada de su libertad por un momento de furia.
Por eso, en una situación de profunda decepción, no pierda la cabeza, sino manténgase en equilibrio y busque ayuda por medio de la fe.
Muchas veces, la traición ya ocurrió en otra situación y, aun después de mucha conversación, nada cambió. Aproveche la situación para evaluar si vale la pena continuar en una relación así.
Sin embargo, a pesar de la infidelidad, aún hay motivos para intentar de nuevo, descubra en qué puede mejorar o cambiar. Definan qué actitudes serán aceptadas, y lo que no será tolerado.
Aprenda con quien ya sufrió una desilusión
Jamile da Motta Heleno Antônio, de 30 años, estuvo casada durante ocho años y enfrentó muchos problemas en la relación. “Mi ex-marido me maltrataba, además de eso, mentía y me traicionaba. No sabía cómo lidiar con esa situación, estaba amargada, creía que mi destino era sufrir. Él se fue con la amante y yo me encontré sola, con dos niños pequeños para criar y desempleada. No sabía qué hacer, solo lloraba”, cuenta.
La transformación de la vida sentimental de Jamile sucedió con la ayuda de la Terapia del amor. Durante las reuniones, ella aprendió cómo no dejarse llevar por la ira y la desesperación. “En las reuniones, encontré fuerzas para levantarme y comencé a invertir en mi cura interior. Aprendí a valorarme, me liberé de los rencores y de los traumas. Después de algún tiempo, cuando ya estaba bien, conocí a Roberto, mi actual esposo, y noté que teníamos las mismas afinidades, objetivos”, describe Jamile.
Según ella, los dos estuvieron de novios durante un tiempo, se conocieron mejor y decidieron casarse. Hoy, juntos tienen una familia fortalecida. “Él considera a mis hijos como sus hijos, entró en mi vida para sumar, nos hacemos felices uno al otro, nuestro hogar es un lugar de paz”, finaliza.
¿Usted también quiere una vida fortalecida y libre de cualquier mal? Aprenda, como Jamile, a solucionar los problemas y busque la cura interior. Participe en las reuniones de la Terapia del Amor, que se realizan todos los jueves a las 10, 16 y 20h, en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070.
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