Qué es lo que causa más peleas y separaciones en las parejas. Se engaña quien piensa que son las traiciones, los celos o las dificultades con los hijos. En el primer lugar de la lista están los problemas financieros, y las investigaciones lo comprueban. Un estudio realizado por la Kansas State University afirma que el dinero es el principal motivo de conflictos entre cónyuges.
Las discusiones normalmente empiezan cuando existen compromisos financieros fuera de la relación, cuando el hombre está desempleado, cuando no existe el diálogo sobre las finanzas, cuando hay gastos excesivos, cuando la esposa gana más que el marido, y cuando falta planificación y organización financiera. Así, las parejas se distancian y las relaciones se desgastan.
¿Es posible, incluso en tiempos de crisis, establecer armonía y equilibrio con las finanzas? Sí, en la Terapia del Amor las parejas aprenden a resolver las cuestiones financieros que obstaculizan su relación.
La forma en la que se lidia con el dinero dice mucho sobre quién es usted y cómo está su vida amorosa. Por eso, acérquese a participar y, si es soltero, aprenderá a planear financieramente desde el noviazgo.
Lo esperamos los jueves a las 10, 16 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
Una oportunidad para la felicidad
Carlos y Celeste dejaron atrás un pasado de dolor y decidieron compartir su felicidad tras poner en práctica lo que aprendieron en la Terapia del Amor.
Celeste sufrió desde pequeña. “Mis padres se separaron cuando yo tenía 12 años y eso me marcó. Sufrí abusos desde muy chica, quedé muy traumada y por eso dejé de confiar en los demás. Cuando pensaba en formar una pareja, recordaba lo que pasé y no quería seguir.
Participé durante un año de la Terapia del Amor y no hacía lo que me enseñaban, por eso no pasaba nada. Finalmente decidí cambiar, así logré superar el pasado, vencer los traumas y curar mi interior”.
Carlos, por su parte, empezó a participar de la Terapia debido a un fracaso amoroso: “Había terminado una relación y eso me dejó mal, triste y enojado. Estaba destruido interiormente. Venía a la reunión, escuchaba lo que se enseña pero me iba sin ponerlo en práctica. Al tiempo logré comprender que para poder ser feliz, primero tenía que curar esa herida y estar bien yo, así podría compartir mi felicidad con alguien más. Al fin pude sacar de mi interior el enojo y la bronca que sentía y trabajé mi interior invirtiendo en mí. Ya conocía a Celeste, pero no me animaba a acercarme. La observaba, hasta que empezamos a hablar”, cuenta y ella agrega: “Lo empecé a observar, a analizar su carácter y de a poco empezamos a conocernos. Hoy estamos de novios y somos muy felices”.
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