“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.” (2 Corintios 4:16)
Hay momentos en nuestra vida en que los problemas se revelan grandiosas murallas. Nos sentimos pequeños e incapaces delante de ellos.
Muchas personas dejan de encontrar la solución para la superación por causa de la falta de valentía. Están incluso, los que desarrollan un complejo de inferioridad por prestar atención a las palabras y a los pensamientos de dudas.
Son personas capaces, pero que se perjudican por causa de la inseguridad, dejando que ella se apodere de la situación, causando miedo.
La respuesta para superar esa inseguridad está en la fe que viene de Dios, como observó el obispo Edir Macedo en su Palabra Amiga: “Cuando vivimos por la fe, esto es, no por la religión, sino aprendiendo a ejercitar la fe viva en el Dios vivo, somos fuertes, resistentes, invencibles. Y las dudas, cuando vienen son automáticamente eliminadas. Entonces, usted es el resultado de la fe o de la duda que actúa dentro de usted.”
Por eso tenemos que tener cuidado con los pensamientos de duda, porque por medio de ellos el diablo nos saca la fuerza para luchar.
Si usted ha enfrentado problemas, dificultades y su espíritu está abatido, no pierda tiempo, participe hoy en un encuentro de la Universal más cercana a su casa (vea las direcciones aquí).
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