Estaba recordando a una amiga de la primaria que encontré después de años. Estaba muy feliz de volver a verla, pero un poco triste por ver cómo se menospreciaba. No era por el hecho de que ella prefería plancharse el cabello en vez de asumir su cabello natural, sino porque cree absolutamente que el cabello liso es parte de un manual de belleza indiscutible y porque piensa que su cabello es horrible. Tampoco era por el hecho de que no salía de su casa sin maquillaje, sino porque no puede mirarse en el espejo con la cara lavada. Como si no bastara, todo lo que ella hace era compararse con las demás mujeres e incluso se pregunta por qué no nació flaca.
Realmente, salir de la casa con la cara lavada puede no ser tan cómodo para la mayoría de las mujeres. Incluso yo no salgo sin la buena y antigua base en el rostro. Pero hay momentos en los que, vamos a ponernos de acuerdo, no es necesario ¿no? No hace falta salir a caminar, pasear al perro por la esquina o comprar pan con el rostro iluminado y los ojos esfumados. Tampoco es necesario producirse tanto para ir a la playa, convengamos. Entonces, ¿qué tiene de malo dejar que el rostro respire de vez en cuando? ¿ se va a terminar el mundo por eso? ¿Alguien se va a infartar por encontrarse con usted sin maquillaje en el ascensor? No lo creo.
Ámese tal como es.
La verdad es que no sirve que se cubra con cosméticos si, con o sin ellos, usted no se ama.
Algunas mujeres no saben amarse. No por falta de experiencia o madurez, sino porque pierden tiempo disminuyéndose delante de los demás o intentan lograr un estándar inalcanzable. Ellas miran a la modelo tan linda e increíblemente delgada en la tapa de una revista y desean tener aquel modelo de belleza, muchas veces modificado por programas de edición como photoshop, un cuerpo perfecto, pero que representa solo el 5% de las mujeres a su alrededor.
Y lo peor es que cuando se miran en el espejo no se sienten felices con lo que ven reflejado ni se perdonan por tener celulitis. Muchas no se dan cuenta que no tienen ni el mínimo amor propio. Eso es triste.
Nadie está diciendo que arreglarse y tener un cuerpo saludable y lindo no sea importante. No se puede negar que lo es. Saber qué maquillaje es ideal para su piel, conocer su estilo y qué piezas de ropa le quedan mejor según su cuerpo, cambiar los hábitos alimenticios y hacer ejercicios físicos para mantener un cuerpo saludable ayudan a construir la imagen y el mensaje que desea para usted misma y para transmitir a los demás. Pero darle rating a la dictadura de la belleza en plena era de la información no es bueno. Ser esclava de un estándar que solo quiere enriquecer a la industria que, muchas veces, es la primera que tira su autoestima por el desagüe.
Toda esta ola de aceptación que estamos presenciando tal vez sea un reflejo de una necesidad que, desde hace años, fingimos que no existe. Vemos mujeres que eran esclavas de los productos químicos desfilando con unos rulos increíbles -y están mucho mejor ahora que en la época del auge del alisado.
Si alguien le dijo que no puede ser linda de la manera que usted es, le mintió- y ¡qué bueno que las mujeres lo están descubriendo! ¿Hacer dieta hace bien a la salud? ¡Muy bien! Haga eso por usted y no para entrar en un jeans talle 36. ¿Arreglarse todos los días por la mañana la ayuda a reflejar lo mejor de usted? Entonces, ¿por qué no lo hace? Hágalo en nombre del amor propio. Eso es valorar su propia belleza, que está exactamente en el hecho de ser única y lidiar bien con eso.
El Godllywood tiene como objetivo ayudar a mujeres en cualquier situación, desde que realmente quieran ser ayudadas y moldeadas para convertirse en una mejor mujer. Obtenga más información sobre el grupo y entérese cómo participar de los proyectos del mismo ingresando aquí.
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