Una pareja de recién casados vivió una situación inusual en China. Después de la realización del matrimonio, los novios dejaron el lugar de la ceremonia en una bicicleta motorizada. En un determinado momento, la novia simplemente se desliza del asiento trasero, cayéndose al suelo, y el novio, sin mirar hacia atrás, continúa el viaje como si nada hubiera sucedido. La joven fue ayudada por desconocidos.
Mire el vídeo a continuación y vea cómo todo sucedió:
La situación puede parecer graciosa para algunos, pero nos lleva a una reflexión importante sobre la conducta de la vida de a dos, porque muchas parejas actúan exactamente así cuando están en búsqueda de la felicidad personal. El compañero puede estar cayendo, pasando por dificultades, necesitando ayuda y su pareja ni siquiera se preocupa en pisar el freno, desacelerar y detenerse para ayudarlo o extenderle la mano, dejando nítida la actitud de un comportamiento egoísta.
¿Cómo identificar el comportamiento de un egoísta?
El obispo Edir Macedo explica que si una persona quiere unirse a alguien para simplemente disfrutar del matrimonio, entonces realmente es egoísta y está pensando en sí misma. “Es el mismo caso, por ejemplo, de la persona que comenta que quiere casarse para ser feliz. Entonces ella está buscando su propia felicidad y no está ni pensando en su pareja. Muchas de esas personas se casan mal porque se unen con egoísmo en su interior”.
Para equilibrar la relación, es necesario que uno se ajuste al otro y busquen alternativas para mantener la unión fortalecida, de lo contrario la relación fracasará. “Si usted comienza con egoísmo, no aguantará a la otra persona porque usted apenas querrá suplir sus necesidades, por eso es que las relaciones se destruyen. Sin embargo, cuando una persona entra en una relación para hacer al otro feliz, entonces, seguramente comprenderá muchas cosas”, advierte la conductora del Programa The Love School – La Escuela del Amor, Cristiane Cardoso.
Por eso, si los verbos proteger, sacrificar, dividir y donar no forman parte del vocabulario de su compañero, evalúe si realmente vale la pena insistir en la relación. El cambio no es una actitud fácil, pero es necesario querer ser transformado.
“Las personas se enojan cuando escuchan que tienen que cambiar. Ellas no quieren, y dicen que es el otro el que tiene que cambiar. Eso es un punto de vista egoísta. Cuando amo, cuando quiero hacer a mi marido feliz, si sé que hay ciertas actitudes que perjudican mi relación, voy a buscar cambiar un poco mi personalidad y no habrá problema, porque si lo amo voy a hacer esto. El perfil ideal es ese, es querer realmente hacer a la otra persona feliz, ahí sí usted tiene el perfil para tener un matrimonio”, finaliza Cristiane.
¿Usted está dispuesto a cambiar? Póngale un punto final a cualquier mal que obstaculice su relación. Participe de las reuniones de la Terapia del Amor, que se realizan todos los jueves a las 10, 16 y 20h, en la Universal de Alamgro, Av. Corrientes 4070. Ingrese aquí para ver en qué puntos del país se realiza la Terapia y haga clic aquí para ver la dirección de la iglesia.
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