“Oh hombre, Él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide el SEÑOR de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.”
(Miqueas 6:8)
Tres comportamientos que el Señor pide de Sus hijos:
1 – Que hagan justicia: Dios es justicia. Lo que Él pide aquí no es una justiciateórica, sino la práctica de la justicia. Día a día, aprendiendo con Él a ejercer la verdadera justicia, que viene por medio de la fe racional.
2 – Que amen la misericordia: Amar la misericordia es no solo querer la misericordia para sí, sino también ser misericordioso con el prójimo. Mirar con buenos ojos, siempre buscar un ángulo positivo o al menos neutro (eso también evita cometer injusticia y nos acerca al ítem 1).
3 – Que se humillen ante su Dios: El orgulloso jamás logrará andar con Dios, pues el orgullo es una de las características del diablo, fue una de las razones de su caída. El humilde es capaz de negarse a sí mismo para seguir a Jesús. Sacrifica lo que sea necesario para agradar al Señor. El humilde sabe que no merece nada y su mayor alegría es poder ser una herramienta en las manos de su Dios. ¿Ya vio una herramienta orgullosa? Yo nunca lo vi.
Note que estos tres comportamientos no son ocasionales o teóricos. La orden es practicarlos día a día, andar continuamente así al punto de que tales comportamientos pasen a formar parte del carácter de quien los practica. Al esforzarse para mantenerse en la práctica de estos tres puntos claves, ciertamente será más fácil practicar todo el resto de la Palabra de Dios, incluso lo que aún le parece difícil.
Practique estos tres ítems básicos que Dios nos pide a todos.
Haga clic aquí y vea el mensaje anterior.
Fuente: Libro “El Pan nuestro para 365 días”, del obispo Edir Macedo