Hay personas que abandonan a Dios debido a las malas experiencias que enfrentaron. No pueden aceptar, por ejemplo, cómo Dios “permite” que algo malo suceda. Sin embargo, “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”, dice el apóstol Pablo en la Biblia, en Colosenses 3:2.
Fue lo que sucedió con el escritor estadounidense Mike McHargue (foto al lado). Él creció en una familia cristiana, sin embargo, cuando el padre cometió adulterio, el mundo de Mike se “desmoronó”. Él tenía en los padres un ejemplo de conducta, y lo que sucedió debilitó su fe en Dios.
Mike cuenta que, en un primer momento, no abandonó la iglesia, pero, dentro de sí, con el tiempo, comenzó a dejar de creer en la Biblia y en Dios.
Como le gusta mucho la ciencia y tiene una personalidad “lógica”, basaba su comprensión sobre el universo en los estudios naturales, y dejó de creer totalmente en la Palabra de Dios.
Fue entonces cuando se involucró en comunidades en internet que discutían una filosofía atea.
Incluso en ese momento de la vida argumentando en contra del cristianismo, durante sus reflexiones Mike comenzó a cuestionar si realmente sus ideas estaban correctas: “Noté que eso es imposible (saber todo lo que hay que saber sobre la vida). Por eso, actualmente no estoy intentado más llegar a un destino intelectual. Estoy intentando aprovechar el paseo, el viaje que llamamos vida.”
Un momento con Dios
Y una experiencia marcó el inicio de ese pensamiento de volver al Señor. Cierto día, Mike estaba en la playa y oraba indeciso a Dios, sin expectativas. Sin embargo, él cuenta que supo, en aquel instante, que Dios estaba con él.
Hoy, conversando con ateos y cristianos por internet, Mike ve interés de ambas partes para comprender el milagro de la vida, y tal vez llegar a un común denominador.
“El cerebro humano es como un anfitrión para la creencia en Dios; nuestro cerebro tiende a desarrollarse de manera saludable cuando nos entregamos a una creencia, especialmente en un Dios que es amor. Me di por vencido de tratar de convertir al mundo en una ecuación que pueda resolverse.”
Con eso, Mike notó que la ciencia, de cierta modo, también fue precursora para que él encontrara la fe nuevamente en Dios.
Y usted ¿ya tuvo alguna experiencia personal con Dios?
[related_posts limit=”17″]