Un caso más de racismo fue noticia recientemente. Josie Ajak (foto) es una joven sudanesa, negra, que vive en Australia desde los 8 años y trabaja como gerente de una cafetería. Se sorprendió cuando una cliente se negó a que ella la atienda.
En una entrevista a una emisora local, Josie explicó que la mujer la miró y le dijo: “Me niego a que me sirva una persona negra. ¿Puedes llamar a una blanca?” La empleada le pidió a la señora que espere, antes de informarle a una compañera de trabajo sobre lo ocurrido. La mujer esperó 5 minutos y se fue del negocio.
Y otro detalle que llamó la atención en la historia: la señora que practicó este acto racista es minusválida.
Después del episodio, Jade Arevalo, amiga de Josie, compartió un relato en sus redes sociales y comenzó la campaña #buyacoffeefromjosie (#compreuncafedejosie, en español). La publicación recibió miles de me gusta y repercutió en la página de la cafetería y en los locales.
Nadie es mejor que el otro
La Biblia dice: “mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve. Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas Yo estoy entre vosotros como el que sirve.” Lucas 22:26,27
“…estoy entre vosotros como el que sirve”, fue lo que le dijo el Señor Jesús a Sus discípulos en la Santa Cena.
Josie era la empleada, negra, y que debería servir; la señora era la clienta y estaba en la mesa.
Jesús estaba en la mesa, pero, incluso siendo el hijo de Dios, en aquel momento, como hombre en la Tierra, no se ponía por encima de nadie.
Y usted, ¿cómo ha actuado? Tal vez la señora en silla de ruedas ya ha sido tan humillada que no logra amar, no se da cuenta de que no es capaz de amar. Tal vez. Pero lo que usted ha sufrido no puede transformarse en odio. Participe en una reunión en la Universal más cercana de su casa y aprenda que nuestros dolores pueden transformarse en amor, y amor hacia el prójimo. Encuentre aquí la dirección.
[related_posts limit=”17″]