Diariamente, tenemos contacto con muchas personas. Algunas son tan conocidas, otras, no tanto. Y ellas siempre tendrán una necesidad en común: la de atención.
Son incontables los compromisos que tenemos que cumplir. La agenda con horarios apretados y plazos establecidos. Estamos rodeados de personas, pero tan enfocados en nuestros problemas que no nos damos cuenta de escuchar lo que ellas tienen para decir. A veces, ni un gesto de cariño logramos expresar.
Pero la actitud de un estudiante en Texas (Estados Unidos) llamó la atención en las redes sociales y hasta inspiró a una gran marca de productos deportivos exactamente por mostrar lo importante que es demostrar afecto y apreciación. Él le obsequió un par de zapatillas a su profesor y entrenador. Puede parecer una actitud modesta, pero esas zapatillas tenían un significado especial: era un sueño de la infancia del profesor que nunca pudo tener.
El video se viralizó en Twitter y se compartió más de 100 mil veces, hasta que llegó al fabricante de las zapatillas, que, inspirados por la actitud del estudiante, decidió hacerle el mismo obsequio. Junto con el regalo, la marca envió la siguiente carta: “Tu profesor te inspiró. Tú nos inspiraste. Continúa siendo el cambio que quieres ver.”
Muestre que le importa
La actitud del estudiante fue simple, pero podemos extraer 5 lecciones valiosas:
1. No siempre el retorno vendrá de quien le hicimos el bien, pero vendrá. Es una ley: el que siembra, cosecha.
2. Cuando le damos atención a las personas, ellas se sienten apreciadas. Es una forma de decir “Yo te valoro. Eres importante para mí”. No se trata solo de obsequiar, sino de demostrar que está atento al otro, a su historia, a sus sueños.
3. Para que él sepa que esas zapatillas eran un sueño para el profesor, el estudiante estaba atento. Ellos seguramente conversaron y el joven estaba atento a la conversación, por eso pudo sorprenderlo. A veces, su hijo, su amiga, sus padres o sus compañeros le dan señales de cosas importantes para ellos, pero usted tal vez no tenga idea de lo que quieren, o porque no conversan, o porque no les ha prestado atención.
4. Muchas veces, dejamos de hacer algo, para que no parezca que estamos queriendo adular al otro. Nos preocupamos por cómo verán nuestra actitud y dejamos de hacer algo que al otro lo haría sentir bien. Cuide que su actitud sea sincera y que no le importe lo que van a pensar.
5. En el caso de joven, fue un regalo, pero a veces, lo que el otro necesita y espera de usted es una llamada preguntando si está todo bien, un abrazo, una tarjetita dejada en la mesa del trabajo con un mensaje positivo. Saber que está siendo recordado por alguien es como una porción de alegría diaria.
Sea como Dios
A Dios Le importa cada detalle de nuestra vida. En diversos pasajes bíblicos se puede leer sobre eso. A Él Le preocupa quiénes somos, cómo estamos, qué pensamos, qué queremos y más, Él siempre deja clara su posición sobre todo eso. Se pone en la posición de marido (lea Isaías 54), de amigo (lea Juan 15:15), de madre y de hermano (lea Mateo 12:49,50) y, principalmente, Padre (lea Gálatas 3:26).
Somos Su creación más valiosa:
“Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” Mateo 6:26
¿Por qué entonces, no seguimos Su ejemplo, y nos preocupamos con las necesidades uno de los otros? No sirve quejarse de la frialdad con la que las personas se tratan últimamente, que el mundo está cada vez peor y tantas constataciones tan obvias. La pregunta es: ¿qué actitudes ha tomado usted con las personas a su alrededor?
“Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.” Lucas 6:38
A veces, la atención que no recibe está en la atención que no da.
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